Test de carga: comprueban hasta donde es capaz de llegar el sistema con un comportamiento normal de peticiones.
Test de estrés: comprueban que ocurre ante un comportamiento del sistema con un nivel de exigencia mayor al que es capaz de manejar. Saturamos el sistema y solemos obtener los siguientes escenarios:
- El sistema responde lo que puede y desecha algunas peticiones.
- El sistema responde a todas las peticiones pero con un gran retraso.
- El sistema se colapsa y queda fuera de línea.