La bicicleta de mi hermana

La bicicleta de mi hermana
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Anoche soñé que le robaban la bicicleta a mi hermana.

Ella me llama al teléfono fijo de la casa de mi abuela y me dice: "Ren, me
acaban de robar la bici, fijate si no ves pasar al chorro por la vereda". Fui
hasta el garage, me descalcé y esperé tranquilo detrás de la puerta con mi bate
de baseball -no sabía que tenía uno-.

Unos minutos mas tarde vi acercarse en contramano a una bicicleta de montaña,
azul, pero con manubrio de bicicleta playera. Era la bicicleta de mi abuelo que
seguramente mi hermana tomó prestada.

Pensé antes de asaltar al ladrón como podría golpearlo duro con el bate sin
causarle traumas crónicos. No podía ser en la cara, ni en la espalda, ni en la
cabeza, ni en el torso; opté por los brazos y las piernas, qué flojo.

El ladrón venía muy lento, estaba ya muy cerca. Una tarea fácil.

Tres metros hacia adelante y uno más a la derecha estaba mi objetivo. Me lancé
violentamente hacia el. Mi chance de justiciar con mano propia, como los
antiguos. Pero la mística de los sueños se hizo presente: cambió la geografía
del paisaje, esos tres metros se hicieron diez; y aún con todas mis fuerzas,
corría mas lento que si estuviese nadando en una pileta de dulce de leche, o
miel.

Ah, que desesperación! Ni siquiera pude ver su cara. Se fue nomas el ladrón, y
yo me quedé sin bici.

Pero, como si fuese un juego de vídeo con vidas infinitas: el sueño me dio otra
oportunidad de atrapar al ladrón.

Spawn. Estaba otra vez en el garage.

Esta vez tomé un palo de escoba que había a mi lado, y cuando pasó frente a mi
tiré el palo entre los rayos de la rueda delantera de la bicicleta. Ésta vez
funcionó: el ladrón cayo junto con la bici hacia su derecha. Tomé el bate y
apunté a sus manos -no soy un experto golpeador, pero no creo que ese sea el
lugar ideal para golpear; tal vez solo me distrajo el gran reloj negro que
llevaba-. Toda mi fuerza en el bate abalanzándose ya con total brutalidad, y
justo en el impacto: despierto.

Qué mierda! No supe que pasó con el ladrón, ni recuperé la bicicleta. Pero está
claro que en los sueños: paz y amor.

Lo que no está claro es por qué me descalcé. Durante todo el sueño me lo
pregunté. Hacía frío, el piso estaba mojado, no me sentí cómodo. Quise mis
zapatillas negras todo el tiempo, las que antes voluntariamente me saqué.


Renzo Carbonara - 2010
CC-BY 2.5 Argentina - http://creativecommons.org/licenses/by/2.5/ar/