kyv · October 30, 2012 06:20
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 NARRARADOR

 Profundamente lejos en los remanos inexplorados del espiral pasado del moda del Oeste de la Galaxia esta un desatendido sol amarillo. Orbitando a ello a una distancia de mas o menos  cincuenta millones de kilómetros es un pequeño y completamente insignificante planeta de azul-verde cuyos simio-descendiente formas de vida son tan increíblemente primitivos que aun piensan que relojes digitales son una idea genial. 

 Este planeta tiene, o tenia, un problema - lo cual era lo siguiente: la mayoría de las personas viviendo en ello estaban infelices el mayor parte  del tiempo. Muchos soluciones fueran surgidos para resolver la problema, pero la mayoría de ellos preocupaban principalmente por el movimiento de pequeños verdes piezas de papel, lo cual es un poco extraño debido al hecho que por lo general no eran los pequeños verdes piezas de papel que estaban infelices.

 Entonces la problema continuaba; y muchos personas eran muy bajos, y la mayoría eran miserables, inclusive los con relojes digitales. Muchos estaban cada vez mas inclinados pensar que habían equivocados en primer lugar bajarse de los arboles. Y algunos dijeron que hasta los arboles era un error, y que nadie debería haber salido del los océanos.

 Hasta un día, casi dos mil años después de que un hombre había sido clavado en un árbol por decir que podríamos ser amables uno con el otro, una chica sentada sola en un comedor en la desviación a Talea de repente dio cuenta: que era lo que siempre había salido mal, y por fin supo como el mundo podría ser convertido en un lugar bueno y alegre. Esta ves estaba cierto, funcionaria, y no habrá que clavar nadie a nada. Desafortunadamente, antes que podría llegar a una cabina telefónica o un sitio con Internet para decircelo a alguien, inesperadamente el planeta tierra fue demolido para hacer espacio para un nuevo libramiento hyperespacial. Y entonces la idea si perdió para siempre.
	NARRARADOR

	Profundamente lejos en los remanos inexplorados del espiral pasado del moda del Oeste de la Galaxia esta un desatendido sol amarillo. Orbitando a ello a una distancia de mas o menos cincuenta millones de kilómetros es un pequeño y completamente insignificante planeta de azul-verde cuyos simio-descendiente formas de vida son tan increíblemente primitivos que aun piensan que relojes digitales son una idea genial.

	Este planeta tiene, o tenia, un problema - lo cual era lo siguiente: la mayoría de las personas viviendo en ello estaban infelices el mayor parte del tiempo. Muchos soluciones fueran surgidos para resolver la problema, pero la mayoría de ellos preocupaban principalmente por el movimiento de pequeños verdes piezas de papel, lo cual es un poco extraño debido al hecho que por lo general no eran los pequeños verdes piezas de papel que estaban infelices.

	Entonces la problema continuaba; y muchos personas eran muy bajos, y la mayoría eran miserables, inclusive los con relojes digitales. Muchos estaban cada vez mas inclinados pensar que habían equivocados en primer lugar bajarse de los arboles. Y algunos dijeron que hasta los arboles era un error, y que nadie debería haber salido del los océanos.

	Hasta un día, casi dos mil años después de que un hombre había sido clavado en un árbol por decir que podríamos ser amables uno con el otro, una chica sentada sola en un comedor en la desviación a Talea de repente dio cuenta: que era lo que siempre había salido mal, y por fin supo como el mundo podría ser convertido en un lugar bueno y alegre. Esta ves estaba cierto, funcionaria, y no habrá que clavar nadie a nada. Desafortunadamente, antes que podría llegar a una cabina telefónica o un sitio con Internet para decircelo a alguien, inesperadamente el planeta tierra fue demolido para hacer espacio para un nuevo libramiento hyperespacial. Y entonces la idea si perdió para siempre.