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JUNIO | |
LUNES 1º | |
Jaime explica su visión del momento de campaña. Está algo intranquilo: los candidatos de la | |
“alianza”, como le dice él, con la UCR no están andando bien. Perdimos en Neuquén y Chaco con | |
candidatos radicales y es posible que perdamos en Córdoba con otro candidato radical. “Lo bueno es | |
que Mauricio, en estas mismas provincias, está mucho mejor”, agrega, pero no se conforma. La | |
prensa va a decir que Macri está perdiendo acá y allá, pero nosotros tenemos que decir, sugiere | |
Jaime, que las elecciones locales y las nacionales son cosas distintas. Un buen truco, que mencionó | |
él mismo en su columna de ayer en Perfil, es que en 2011 Mauricio ganó claramente en la Ciudad de | |
Buenos Aires y, un par de meses después, Cristina fue la candidata a presidente más votada en la | |
ciudad. Pero no va a ser fácil. | |
A pesar de la tensión por el cierre de listas, dentro de tres semanas, y la presión creciente para que | |
el PRO cierre un acuerdo con Massa o con algún escombro del Frente Renovador en la provincia de | |
Buenos Aires, la inmensa mayoría de los que trabajamos en Balcarce estamos contentos con la idea | |
de ir solos. Jaime insiste en el punto: “Ahora nos piden otra vez que cerremos con Massa. Yo creo | |
que con Massa no terminaríamos ganando. A nosotros nos votan porque somos una alternativa”. Por | |
eso el binomio, como le dice JDB a la fórmula presidencial, tiene que expresar completamente los | |
valores del PRO, de cambio, de optimismo, de futuro, “de patear el tablero”. Así podemos y así | |
vamos (ojalá, pienso cuando lo escucho) a ganar las elecciones. “Tenemos que seguir así”, insiste | |
Jaime por milésima vez desde que lo conozco. “Aunque cause furia en el círculo rojo”. | |
Marcos nos pide entonces que no paremos la campaña, que sigamos creciendo donde tenemos que | |
crecer, que se sigan organizando los timbreos y las mesas y los posts de Facebook: que sigamos | |
laburando por Macri Presidente mientras abajo se deciden, de la mejor manera posible, las listas y | |
los arreglos. Nuestra campaña ya está decidida: va a ser uno a uno, timbre por timbre, con alegría, | |
con voluntarios, con jóvenes, distinta a todas las anteriores. Es cierto que hay definiciones | |
complicadas, especialmente en el Gran Buenos Aires, y aliados con mala imagen que quieren | |
acercarse a Mauricio. ¿Vale la pena? A veces, dice Marcos, ni siquiera nos garantizan la | |
fiscalización, como pasó el otro día en Chaco. Pero eso no tiene que importarnos. Nosotros tenemos | |
que seguir con la campaña y la tenemos que nacionalizar. Ahora está muy territorializada, en parte | |
por la llegada de Massa en 2013, que devolvió la relevancia a los intendentes bonaerenses, pero | |
nosotros tenemos que salir de ahí y nacionalizar: la única relación que nos importa es la de Mauricio | |
con la gente, con los votantes. | |
La buena noticia del día, extrañamente personal y política al mismo tiempo, fue el anuncio de mi | |
amigo Lucas Llach como candidato a vicepresidente de Ernesto Sanz. Me puse muy contento por él, | |
por el reconocimiento que significa y porque sé lo mucho que confía en Sanz, y porque lo conozco | |
desde que estábamos en jardín de infantes. Desde entonces estuvimos casi siempre muy cerca, | |
especialmente los cuatro meses que pasamos juntos arriba de un auto, discutiendo de fútbol y | |
política, en un viaje por tierra desde Boston hasta Buenos Aires. Hoy me mandó un WhatsApp que | |
decía: “Qué bueno esto de estar tan cerca tuyo y con una minidiscusión de por medio. Es lo que | |
hicimos toda la vida”. El sábado a la noche habíamos quedado a comer con unos amigos en un | |
restaurant italiano en San Cristóbal y Lucas había avisado a último momento que no venía. En ese | |
momento no le prestamos atención. Ahora sabemos qué estaba haciendo, o por lo menos con quién | |
estaba comiendo. | |
MARTES 2 | |
En Rosario, ayudando a Miguel Del Sel a preparar el debate del sábado que viene contra Lisfschitz, | |
Perotti y los otros candidatos santafesinos. Vinimos en mi auto con Juli Herrero y nos encerramos | |
toda la tarde y hasta la noche con Miguel, Luciano Laspina, Pichu Delneri y Florencia Zallio en una | |
suite del décimo piso del hotel Plaza Real, en el centro de Rosario. Los organizadores nos habían | |
pasado los cuatro temas principales del debate (seguridad, educación, infraestructura y modelo | |
productivo) y estuvimos viendo en estas horas cómo reducir a dos minutos las propuestas | |
consensuadas entre la Fundación Pensar Santa Fe y la campaña y las necesidades de discurso de | |
Miguel, que está algo nervioso y no sabe bien (me parece) con qué nivel de detalle zambullirse en | |
los debates de políticas públicas. Una parte de él cree que debería zambullirse más, para parecerse | |
más a los otros candidatos y amortiguar la percepción de que no está preparado para gobernar y que | |
no conoce los temas de la provincia. Y otra parte de él cree que su mejor activo es ser distinto a los | |
políticos tradicionales y haber encontrado una manera de hablarle al público que es comprendida y | |
valorada. | |
Nosotros pensamos lo mismo. Creemos que Miguel tiene que estar tranquilo, a pesar de que no lo | |
está, y que tiene que aprenderse lo suficiente como para comunicar que está encima de los temas pero | |
sin entrar en una espiral de números y siglas que le quiten credibilidad. Él no es un candidato del que | |
se espera este tipo de detalles e iría en contra de su campaña forzarlo o forzarse a aprender una jerga | |
vacía y mecánica en un par de días. Además, según nuestros números, Miguel va ganando. Y como | |
todos los candidatos que van ganando, su principal objetivo en el debate tiene que ser no cometer | |
errores ni perder votos; ser lo más anodino posible, bajar el ritmo del partido, por así decirlo, e | |
intentar que el debate termine 0-0. Para eso tiene que confiar en sus armas pero también tomarse | |
relativamente en serio lo que estamos charlando en estas horas interminables en el Plaza Real, por | |
cuyo ventanal del décimo piso, mientras nos traen primero café y después una picada con Coca-Colas | |
y Paso de los Toros, vemos pasar el atardecer sobre los techos desabridos del centro de la ciudad. | |
El punto intermedio que encontramos es hacerle a Miguel una lista de tres ejes o propuesta para | |
cada tema, escribirlos en hojas distintas y después imprimirlos para que los tenga en su atril durante | |
el debate, algo que está permitido en las reglas consensuadas. No se las damos para que las muestre | |
durante la transmisión, sino para que las tenga como ayuda-memoria y las use para estructurar mejor | |
sus respuestas. Escribo las listas, a medida que las vamos conversando, en mi computadora y cuando | |
llegamos a un acuerdo se las pongo enfrente a Miguel y le cronometramos los dos minutos. Lo hace | |
casi siempre bien, y a veces muy bien. Él protesta, porque el ejercicio lo aburre mucho, y se siente | |
culpable, porque cree que él, un candidato mitad comediante y mitad profesor de educación física, se | |
aburre más en esto que los otros candidatos, pero la gente con más experiencia le dice que no es así: | |
todos los candidatos odian preparar sus debates, incluso Obama era muy vago para hacerlo y | |
demoraba todo hasta el final. Esto le pasa mucho a Miguel: su complejo de inferioridad ante sus | |
rivales, porque no tiene pedigrí político y no maneja ni le interesa el lenguaje de la burocracia, lo | |
hace sentir más distinto de lo que realmente es. Cuando le pedimos que se lo tome con calma, él cree | |
que dudamos de él. No es así, le explicamos: a todos los candidatos que van primeros se les | |
recomienda agitar lo menos posible las aguas de los debates, así sean comediantes, profesores de | |
gimnasia o doctores en biología molecular. | |
En un momento nos hace escuchar, después de buscarla en su teléfono, “Hipocresía”, de Rubén | |
Blades, una canción enojada y resentida, para mostrarnos cómo se siente ante los ataques constantes | |
de los últimos días. El socialismo y buena parte del periodismo, con La Capital a la cabeza, vienen | |
castigando duramente a Miguel, casi siempre sin nada más que ataques personales. La tapa del diario | |
de hoy anunciaba una entrevista al gobernador Antonio Bonfatti, que se presenta como candidato a | |
senador, y cuyo título principal decía: “Del Sel no tiene nada en la cabeza”. Mientras escuchamos la | |
letra de la canción, una canción para gente herida con ganas de vengarse, Miguel dice, genuinamente | |
conmovido, hablándoles a unos santafesinos hipotéticos que no tiene enfrente: “Si quieren seguir | |
igual, voten a estos hijos de puta”. | |
Cuando la situación, por el aburrimiento y la repetición, se pone un poco tensa, Miguel simula | |
estar ya en el debate y dice lo que una parte de él se muere de ganas de decir: “Candidatos, | |
moderadores, buenas noches, gracias por invitarme, pero por qué no se van todos a la concha de sus | |
madres”. Nos reímos, porque el guacho es siempre gracioso, y lo tomamos por lo que es: un estallido | |
más de hartazgo después de meses (o años) de campaña y de impaciencia por llegar al final del | |
recorrido, para el que faltan doce días. Mañana volveremos a hacer exactamente lo mismo que hoy: | |
si hoy pareció agotador y sisifeano, no me puedo imaginar cómo será mañana. | |
Desde Buenos Aires, las noticias sólo hablan de los crecientes rumores sobre un acuerdo inminente | |
entre Macri y Massa. La Bolsa porteña, leo en un tuit, subió 7% porque el mercado espera un | |
acuerdo. Me llegan al teléfono, mientras interrogamos a Miguel, mensajes de periodistas amigos o | |
interesados que me preguntan qué sé del acuerdo, que aparentemente ya está firmado. Les digo que no | |
sé nada y que lo creo improbable, por lo que viene diciendo Marcos y porque cada día que pasa hay | |
menos razones para arreglar con Massa. Es más posible, les digo, un acuerdo con el massismo —es | |
decir, con sus intendentes bonaerenses—, pero no con Massa. | |
Ahora, en la habitación del hotel, viendo el resto de las noticias que me perdí durante el día, | |
porque estuve manejando o en la suite de Miguel, veo que Blatter renunció a la FIFA y que me perdí | |
las repercusiones, los análisis y los chistes de Twitter. Son las cosas que tiene la campaña y que, | |
supongo, van a ser cada vez más así a medida que avance el año: cada vez habrá menos tiempo para | |
dedicar a otra cosa que no sea la política. No me molesta para nada. | |
VIERNES 5 | |
Intenso día en Mar del Plata, a donde vamos para el Consejo Nacional del PRO. Llegamos al | |
mediodía en el auto de Pablo Avelluto —en la Shell de Chascomús escuchamos y festejamos las | |
declaraciones de MM en Radio Mitre contra los fondos de inversión: “No saben nada de política”— | |
y tomamos nuestras habitaciones en Torres de Manantiales, el hotel de la familia de Hernán Lombardi | |
donde después del mediodía empieza la sesión del consejo, que se hace dos veces por año y reúne a | |
los principales dirigentes del partido en todo el país. Es un momento de especial efervescencia, por | |
el cierre inminente de listas, que tiene a todo el mundo político presionando al PRO para llegar a un | |
acuerdo con Sergio Massa; y por la presencia de cientos de coordinadores locales del programa de | |
movilización, que vinieron a Mar del Plata de todo el país y le dan al ambiente una energía especial. | |
La campaña va de a poco virando su foco hacia la movilización y los voluntarios (es decir, a la | |
campaña uno a uno, con timbreo y llamadas y mails), y el hecho de ver a estos chicos y a estas chicas | |
tan entusiasmados pone de muy buen humor —o por lo menos eso me parece a mí— a todo el mundo. | |
La otra fuente de energía es la negativa a incluir a Massa en el armado político de la provincia de | |
Buenos Aires, a pesar de los reclamos casi unánimes de periodistas, empresarios, analistas y | |
antikirchneristas de todo tipo. Nos acusan de estar entregándole la provincia al kirchnerismo (y, con | |
ella, el país), pero nosotros estamos convencidos de que la nuestra es la única decisión posible y esa | |
rebeldía nos excita y nos levanta. | |
Cuando le toca hablar, Emilio Monzó destaca el trabajo del equipo político y de comunicación en | |
la primera sección electoral de la provincia, donde el PRO va a presentar candidatos propios con | |
chances de ganar en el 80% de los municipios. “En la primera sección [que incluye el norte y parte | |
del oeste del conurbano], no necesitamos acuerdos”, dice Emilio. En la tercera sección, que recorre | |
el resto del oeste y el sur del Gran Buenos Aires, sí necesitamos acuerdos, y por eso los hicimos, con | |
Gabriel Mercuri y con Miguel Saredi, entre otros. En este momento Monzó deja de decir lo que | |
estaba diciendo y pide un gran aplauso para Fernando Niembro, “que está haciendo un gran trabajo | |
en La Matanza”. | |
El momento más emocionante del informe de situación de Emilio es cuando menciona a María | |
Eugenia y la presenta como la única candidata del PRO en la provincia. “Hay una sola candidata, | |
única, y no va a a haber otro candidato”, dice Monzó, como para que no queden dudas, y se lleva una | |
ovación enorme, compartida con Vidal, y que sella el estado de ánimo del salón: en el PRO creemos | |
que tenemos mística y política para ganar por nosotros mismos. Esta confianza que detecto hoy la | |
había notado antes pero nunca con tanta fuerza ni tanto orgullo. Si Mauricio, Marcos y Jaime hubieran | |
decidido que, dadas las circunstancias, lo mejor hubiera sido acordar de alguna manera con Massa, | |
estoy seguro de que la mayoría lo habría comprendido y se habría alineado a la nueva estrategia. | |
Pero también estoy seguro de que la mayoría de los que estamos en este salón preferimos seguir | |
solos, o seguir como estamos ahora (a punto de competir en una PASO con Sanz y Carrió), que | |
unidos a Massa y los restos del Frente Renovador. | |
Mientras esperamos la aparición de Mauricio, que ha estado timbreando en un barrio cerca del | |
puerto de Mar del Plata, hacen su presentación Federico Morales y Guillermo Riera, los | |
coordinadores del programa de movilización. Dan algunos números, como que 33.000 personas ya se | |
anotaron para ser fiscales de mesa en octubre (necesitamos, según sus cálculos, unos 80.000) y que | |
ya tenemos coordinadores locales en más de mil ciudades. Pero la idea más interesante que me llevo | |
es la de que todo esto está ocurriendo mientras es completamente ignorado por el mundo político. | |
“Dicen que no tenemos estructura, que nuestra presencia en el interior es finita”, dice Guille en un | |
momento. “Es bueno que ellos no noten lo que tenemos, porque ningún otro partido tiene esto que | |
tenemos nosotros. Estamos trabajando bajo el radar”. Mientras el país habla de Massa, el PRO tiene | |
esto que nadie ve y es impresionante. | |
También habla un rato Jaime, que continúa con su proceso de evangelización y, ante las dudas | |
generadas en nosotros por el círculo rojo, de reforzar el optimismo. Dice que nuestra estrategia, tan | |
planificada y tan consistente, es rara no sólo en Argentina, sino también en América Latina. “El PRO | |
tiene el mejor equipo de América Latina desde el punto de vista técnico. Lo que se está haciendo en | |
esta campaña será un punto de quiebre en la historia de las campañas políticas del continente. En el | |
futuro todas las campañas serán como ésta. Y podemos ganar. Es probable que ganemos si hacemos | |
un esfuerzo más”. | |
Se despide con dos reflexiones. La primera es sobre a quién irán los votos de Massa si se baja de | |
la presidencial. El sciolismo y sus satélites dicen que irán mayoritariamente a Scioli. Muchos | |
periodistas repiten esto como si fuera un hecho comprobado. En las encuestas que tenemos, la | |
repartija es pareja, pero Jaime dice que la mejor manera de averiguar esto no es con una pregunta, | |
sino viendo la evolución de las encuestas pasadas. Hace un año, Macri tenía 13% y Massa 29% de | |
intención de voto. Ahora es al revés, mientras Scioli subió uno o dos puntos. “Si vemos el cambio, | |
está claro a dónde están yendo los votos de Massa”. | |
La segunda reflexión es ésta, que transcribo entera según me la acuerdo: “Los periodistas y | |
políticos creen que los votos son de alguien. Dicen ‘se cae Massa porque se van los intendentes’. Es | |
al revés, se van los intendentes porque se debilita Massa. La gente, que no es propiedad de nadie, es | |
cada vez más autónoma. La gente se autodirige. Sabiendo esto, nosotros hacemos política. Nosotros | |
no privilegiamos al dirigente con votos. Privilegiamos hablar con la gente. Las gentes comunes se | |
han vuelto autónomas. Macri, apoyado por su excelente equipo de campaña, investiga, es una persona | |
moderna. A los demás políticos, en cambio, les cuesta entender. Hace veinte años servían las | |
manifestaciones, servían los actos partidarios, servían los punteros. Ahora ya no. Los electores no | |
son de nadie. Hacen poco caso al círculo rojo, no se interesan por las peleas de los políticos”. | |
Marcos habla dos minutos, porque enseguida llega Mauricio y tiene que cortar su discurso, pero en | |
ese lapso se las ingenia para tirar una frase que me encanta y que anoto lo mejor que puedo en el | |
teléfono: “Cuanta más presión nos tiran, más convencidos estamos de lo que peleamos. Nosotros | |
vamos por la épica, el timbreo, los voluntarios. Queremos hacer campaña con gente nueva y gente | |
buena”. | |
A la noche vamos a comer y a tomar algo en grupo y hay una sensación contagiosa de optimismo. | |
Espero que valga la pena, que no sea destrozada por una derrota en octubre. Esta gente no se lo | |
merece. Un rato antes habíamos ido a la reunión de los coordinadores de voluntarios en el piso 29 de | |
una de las Torres de Manantiales, donde, con las luces de Mar del Plata de fondo y ni un metro | |
cuadrado disponible para sentarse, vimos a Ezequiel Colombo y a Guille Riera y a Lu Aboud ensayar | |
arengas político-motivacionales a este grupo de jóvenes de quienes tanto dependemos. “Sean | |
generosos”, les pidió Ezequiel en un momento. “El voluntario nuevo, que se sume esta semana, vale | |
tanto como el viejo o el que lleva diez años. Sumemos, no restemos. Y no les demos bola a los | |
rumores. Sigamos concentrados en lo que sabemos es nuestro objetivo. Tenemos que seguir creciendo | |
así”. Ahora, unos pisos más abajo, mirando el balcón de mi cuarto, el reflejo de la luna casi llena | |
sobre el Atlántico, unos pocos autos yendo y viniendo por el Boulevard Peralta Ramos, creo que ha | |
sido un día distinto, bastante especial, que quizás recordemos a fin de año como una bisagra en | |
nuestra decisión de salir adelante. | |
SÁBADO 6 | |
Después de volver de Mar del Plata y de una siesta larguísima, que me dejó abombado y | |
desorientado, trato de ver el debate de Miguel Del Sel en Rosario, pero el streaming de los canales | |
santafesinos anda más o menos y se me complica entender las respuestas. Por lo que puedo deducir, | |
Miguel responde bastante bien, menos articuladamente que Lifschitz y menos campechano que | |
Perotti, pero con la suficiente solidez y espontaneidad como para salir indemne, que era nuestro | |
objetivo inicial. Algunas respuestas incluyen ideas o argumentos que no conozco, pero no sé si son | |
cosas que Miguel trabajó con Juli o con Miguel de Godoy, que lo visitó ayer, o si son cosas que está | |
sacando de la galera en este momento. Cuando termina el debate, Juli me manda un mensaje: | |
“Zafamos”. | |
A la mañana, cuando todavía estábamos en la ruta, Marcos me había escrito para preguntarme por | |
un detalle en la columna de Francisco Olivera en La Nación y ambos nos habíamos quejado de cómo | |
nos costaba todavía que nos entendieran o entendieran nuestra manera de hacer campaña. Le pregunté | |
entonces si valía la pena hacer un esfuerzo por explicarnos mejor, hacer una campaña de | |
convencimiento de periodistas en nuestro método de campaña, o si así como estábamos veníamos | |
bien y mejor no hacer nada. “Venimos bien”, me contestó. Y estuve de acuerdo. | |
LUNES 8 | |
Una de las cosas que me tocó hacer en estos días fue escribir la plataforma electoral del frente | |
Cambiemos, que es el nombre con el que el PRO, la UCR y la Coalición Cívica se van a presentar a | |
las PASO de agosto. La semana pasada me perdí, porque estaba en Rosario, la reunión preliminar | |
sobre este asunto con los enviados de la UCR —a algunos de los cuales, como Esteban Schmidt, | |
conozco hace mucho tiempo—, pero rápidamente me puse al tanto y el viernes fuimos un rato con | |
Pablo Avelluto a la oficina de Esteban, en Palermo, a charlar sobre cómo íbamos a avanzar con el | |
documento. Nosotros ofrecimos un documento sobre valores compartidos (que a Jesús Rodríguez le | |
había parecido, en la reunión que me perdí, demasiado poco político) y los planes de gobierno que | |
se están haciendo en Pensar. Ellos ofrecieron el documento de respuesta de Jesús y unas páginas | |
ofrecidas por Rodolfo Terragno. Con todos esos ingredientes, sumados a otros documentos que | |
vienen dando vuelta desde hace un tiempo, me comprometí a tener un borrador de la plataforma | |
electoral en unos pocos días. | |
Para nosotros, la plataforma electoral ha sido en estos días poco más que una formalidad, un | |
documento obligatorio que el frente tiene que presentar antes del miércoles (pasado mañana) para | |
poder inscribirse en las elecciones. En la larga lista de formularios por llenar, firmas por recolectar | |
y apoyos por validar, la plataforma es uno más de ellos y, quizás sin querer, la tomamos como un | |
resabio de otra época y otra forma de hacer política, sin dudas señorial y respetable, pero con poco | |
contacto con la forma actual de los partidos de relacionarse con sus electores. Para los radicales, en | |
cambio, la plataforma electoral es un documento importantísimo, no sólo una declaración de | |
principios e intenciones que sintetiza su forma de ver la Argentina y el mundo, sino también una señal | |
de que se ha alcanzado una serie de consensos mínimos que actúa como garantía de que nadie sacará | |
los pies del plato ideológico: la plataforma representa las cosas en las que creemos. En el PRO, | |
siendo un poco injustos, creemos que a las plataformas no las lee nadie, o las leen solamente los | |
convencidos de la política, que ya saben a quién van a votar; los radicales quizás sospechan lo | |
mismo, pero románticamente o anticuadamente siguen dándole una importancia bastante superior. | |
Me puse a trabajar con Fernando Santillán, el director de la Fundación Pensar que mejor tiene en | |
la cabeza todos los avances en cada proyecto. Nos dividimos el trabajo: yo me voy a dedicar a la | |
introducción y la declaraciones de intenciones políticas, y él va a empezar a desmalezar la jungla de | |
políticas sectoriales y a elegir de cada áreas las visiones y propuesta que resulten atractivas pero no | |
sean confidenciales ni requieran una autorización política que todavía no tenemos. Dividimos esta | |
segunda parte en tres capítulos, siguiendo un poco la estructura organizativa de la fundación: | |
Inclusión Social (que incluye educación, salud, protección social y vivienda), Desarrollo Económico | |
(macroeconomía, infraestructura, políticas sectoriales) y Fortalecimiento Institucional (justicia, | |
seguridad, derechos humanos). Trabajamos primero en Balcarce pero después, porque se acerca la | |
fecha límite y en la oficina es difícil concentrarnos, trabajamos en casa, en la mesa del comedor, | |
intercambiando borradores y haciendo correcciones. A veces escribimos el texto desde cero, a veces | |
copiamos y pegamos los muy buenos textos que traemos desde los borradores de Pensar y a veces | |
usamos ideas tomadas de otros lados que esculpimos y apuntalamos hasta darles una forma más o | |
menos coherente. Me sorprendió en un momento, como pasa casi siempre en este tipo de proyectos, | |
darme cuenta de que aquello que había comenzado como una formalidad, más un castigo que una | |
oportunidad para decir algo interesante, se estaba convirtiendo en algo que poco a poco me había | |
conquistado y cada vez me entusiasmaba más. Una vez que ya estaba metido en esto, pensé, vamos a | |
hacerlo lo mejor posible. | |
Entregamos finalmente un borrador de siete u ocho páginas en cuyo primer párrafo nos pareció | |
importante (a Fernando y a mí) incluir la expresión “la felicidad personal de los habitantes de la | |
República Argentina”, un poco para copiar la famosa declaración de independencia de Estados | |
Unidos y otro poco para incluir algo de nueva política y siglo veintiuno en un género literario muy de | |
la vieja política y el siglo veinte. A Marcos el texto le pareció que estaba bien y se lo pasó a los | |
radicales, que lo devolvieron con unas pocas correcciones pero casi todas en el mismo sentido: | |
como si desconfiaran de las credenciales socialdemócratas y republicanas del PRO, habían agregado | |
acá y allá, especialmente en las enumeraciones, exhortaciones tradicionales del partido. Los cambios | |
sugeridos para el primer párrafo explican muy bien lo que estoy tratando de decir. El primer párrafo | |
que habíamos mandado nosotros decía: “Los miembros de la Alianza Cambiemos nos constituimos | |
como un espacio de acción política cuyo objetivo es impulsar el desarrollo económico, el | |
fortalecimiento de la democracia y la felicidad personal de los habitantes de la República | |
Argentina”. El primer error de este párrafo es el uso de la palabra “Alianza”, que nuestros | |
interlocutores radicales borraron prontamente. El texto que ellos sugirieron, y que nosotros | |
aceptamos sin problemas y es el que por lo tanto figura en la justicia electoral, es el siguiente: “Los | |
miembros de Cambiemos nos constituimos para impulsar el desarrollo económico, el fortalecimiento | |
de la democracia y el sistema republicano, la independencia de la justicia, la calidad de la | |
educación, la solidaridad social, y la felicidad personal de los habitantes de la República | |
Argentina”. Dentro de unos días, pasado el trámite oficial de inscripción del frente Cambiemos, la | |
UCR va a colgar la plataforma electoral en su página web y la va a promocionar en sus cuentas de | |
redes sociales. El PRO no va a hacer ninguna referencia a ella. | |
JUEVES 11 | |
Desayunamos ante la plana mayor de la Universidad Torcuato Di Tella en el campus de Núñez, | |
alrededor de una mesa cuadrada, mientras tomamos café y trato de evitar las medialunas que ponen a | |
nuestro alcance. Venimos otra vez a explicarnos ante un público del círculo rojo, cuyos miembros a | |
veces quieren entender genuinamente por qué tomamos tal o cual decisión y otras veces sólo parecen | |
querer decirnos que somos unos giles. Llegamos acá por canales relativamente informales, y la | |
intención es que la reunión mantenga ese tono: Marcos y Ernesto Shargrodsky, el rector de la UTDT, | |
mandan a sus hijos a la misma escuela privada progresista de Palermo, y a veces se ponen a | |
conversar en la puerta, cuando los dejan o pasan a buscarlos. Por eso vinimos Marcos, Pablo | |
Avelluto, Iván Petrella y yo a conversar y, supongo evacuar dudas. (Marcos es graduado de la UTDT, | |
donde estudió Ciencias Políticas. Pablo, Iván y yo dimos todos clases acá en el último año.) | |
Empezamos hablando de las declaraciones reciente de Mauricio contra los fondos de inversión y | |
el círculo rojo, a los que acusó de no saber nada de política electoral. Marcos recordó que varias | |
veces hicimos lo contrario de lo que los amigos (como ellos) nos sugerían o reclamaban y que casi | |
siempre nos fue bien: la más importante de esas ocasiones, la decisión de bajar a Mauricio de la | |
elección presidencial de 2011, se hizo en contra de la opinión de casi todo el mundo. “Yo no sé | |
vender petróleo, no te digo cómo vender petróleo”, dice Marcos en un momento, imaginando un | |
diálogo. “Vos no sabés ganar elecciones, no me digas cómo ganar elecciones”. | |
Anoto una explicación que da Marcos sobre por qué decidimos no hacer un acuerdo con Massa. | |
No la había escuchado y creo que me puede servir para reflotarla en los próximos días. Dice | |
Marcos: “Si vos matás la mística del cambio y te basás en el aparato, donde perdés diez a uno contra | |
ellos, perdés todo”. Lo único que tenemos es el cambio y la mística del cambio. Y es así: lo creo | |
éticamente y lo creo electoralmente. A la mística, por supuesto, hay que sumarle reflexión, tecnología | |
y organización para contrarrestar el peso del aparato, especialmente en las zonas más ariscas del | |
conurbano. Pero si jugamos a medir, de la mano de Massa, quién tiene el aparato más grande, | |
hacemos dos cosas mal: una es que perdemos; la otra es que nos traicionamos. | |
Los profesores que nos escuchan, algunos muy conocidos, otros más jóvenes, nos corren por | |
izquierda y por derecha. Y por vecinalistas. Juan Tokatlián, por ejemplo, cita la fallida aventura | |
presidencial de Sergio Fajardo, el exitoso alcalde de Medellín que no pudo saltar al escenario | |
nacional colombiano. ¿No les puede a pasar a ustedes lo mismo? Fernando Navajas, economista de | |
FIEL y profesor de economía, dice que nuestra decisión de ir a las elecciones por nuestra cuenta, sin | |
más alianzas de las que ya tenemos, le parece cute, pero que necesitamos algo de vigor peronista | |
para llegar a octubre. Un rato más tarde, mientras subimos al auto, recordaremos el cute de Navajas | |
con risa y rabia. | |
La reunión es cordial y en buenos términos, pero se mantiene el tenor habitual en el círculo rojo de | |
que todo el mundo se siente confiado como para darnos consejos u órdenes sobre qué tenemos que | |
hacer o no hacer. No sé bien por qué ni si es un problema verdadero, pero no me los veo a estos | |
mismos personajes dudando de la estrategia electoral de, por ejemplo, Margarita Stolbizer, Sergio | |
Massa o, mucho menos, Daniel Scioli. Quizás porque somos herbívoros o porque no le damos bola a | |
nadie, la gente se siente compelida a darnos su opinión sobre el partido o los candidatos. | |
Algo que le escucho a Marcos por primera vez, y que me hace bastante gracia, es la comparación | |
de los partidos argentinos con religiones. Los radicales y los socialistas santafesinos son cuáqueros, | |
austeros y cerrados, una religión transmitida vía sanguínea de generación en generación; los | |
peronistas son católicos, con sus santos, sus demonios, su liturgia y su carácter universal y | |
verticalista; el PRO, en cambio, es poco respetuoso de las jerarquías, descentralizado, basado en el | |
entusiasmo y el contagio. Como las iglesias evangélicas. | |
A la tarde, importante encuentro de economistas en la sala de conferencias del ministerio de | |
Desarrollo Económico. Les toca exponer sus planes a Eduardo Levy Yeyati, el abanderado de los | |
gradualistas, y a Carlos Melconian, el más vocal (aunque él nunca se llamaría así) de los | |
shockeadores. Es un día importante, porque se supone que veremos desplegadas y en pantalla las | |
ideas de cada uno, y que el público (Frigerio, Sturzenegger, Braun, Cabrera, Aranguren, etc.) podrá | |
tomar una mejor decisión sobre hasta dónde mover la perilla de la urgencia y el ajuste en el caso de | |
que les toque hacerse cargo de la economía del país. | |
Aunque se me escapan algunas telarañas abstractas de los programas que presentan, y me embola | |
cuando se enroscan con cuestiones metodológicas, tiendo a sentirme más cerca de Levy Yeyati y los | |
gradualistas. En parte por cuestiones políticas y de comunicación: como ya le dijo Durán Barba a | |
este grupo hace un mes o dos, es muy difícil para un presidente sacarse la etiqueta de “ajustador”, es | |
decir, que del ajuste no se vuelve. Y lo creo de verdad. Creo, además, que la candidatura de | |
Mauricio tiene que hacer todo lo posible por evitar ser etiquetada como “noventista”, y la mejor | |
manera de evitarlo no es maquillando su noventismo sino directamente no siendo noventista. Pero | |
también veo que ideológicamente estoy más cerca de los gradualistas que de los ajustadores: creo | |
que es más urgente —aunque por supuesto está todo relacionado— bajar la inflación que bajar el | |
déficit, más urgente volver a crecer que alcanzar el grado de inversión. | |
Para Levy Yeyati, “primero hay que bajar la inflación”. Ofrece devaluar sólo un poco, no más del | |
10% en 2016 y otro tanto en 2017. “¿Qué tan atrasados estamos?”, pregunta. Y se responde: “Es | |
difícil de decir. Si le preguntás al textil, te va a decir que quiere un dólar a 25 pesos”. Propone | |
anunciar rápido un cronograma de apertura del cepo, un programa monetario que baje la inflación | |
paulatinamente y que el Banco Central deje de financiar al Tesoro. Levy Yeyati hace su exposición | |
con un lenguaje corporal extraño, mostrando una incomodidad física que probablemente refleje una | |
incomodidad interior. Lleva varios días diciéndome que se siente incómodo en este grupo, una | |
especie de sapo de otro pozo, el único gradualista en un mar de tiburones ajustadores. No es verdad: | |
la mayoría de los que están sentados acá valoran mucho su presencia y les gustaría creer en todo lo | |
que dice, pero Eduardo no es un gran vendedor de sí mismo. O por lo menos no lo es hoy. Cuando | |
termina su exposición, sorprendentemente, se va. | |
Melconian, sin bigote y con el pelo más corto (“el peluquero siguió cortando esperando que yo le | |
dijera basta, porque el pelo largo, me dijo, ya no se usa más”), no dice nada en contra del | |
gradualismo, pero el título de su presentación es elocuente: “Cambio de régimen de política | |
económica”. Su idea clave es que las cosas están peor de lo que parecen y que la economía lleva | |
cargada adentro una inercia muy peligrosa, poco visible hasta ahora pero que hay que atacar apenas | |
se pueda. Lo que anuncia no es un gran plan sino, como dice él mismo, un “plancito inconsistente”. | |
Para Melconian, el Banco Central está quebrado y el sistema energético está en estado de | |
emergencia. Dice que Levy Yeyati, “una lástima que se haya ido”, fue demasiado optimista con la | |
situación fiscal y con las reservas. “Lo que tenés que saber es que a fin de año te van a faltar | |
doscientas cincuenta lucas”, dice Melconian, refiriéndose a 2016 y a 250.000 millones de pesos. | |
Hay momentos en los que, un poco perdido en el ping pong de conceptos, me fascino con la jerga, | |
especialmente la de Melconian, que mezcla tecnicismos con metáforas futboleras y con diálogos | |
imaginarios. “Yo le contesto a Federico que ha dicho algo coherente”, dice Melco en un momento, | |
respondiéndole a Sturze. “Le contesto: ’Sí, pero si 200 palos los vas a emitir por el agujero fiscal, | |
define lo monetario…” Interrumpe Sturze: “La diferencia clave que yo veo es que vos tenés un | |
exceso de 1.4 de lo que llamás inercia fiscal. Entonces tu programa fiscal que vos armás, combinado | |
con el de Nico [Dujovne], te deja un déficit más grande del que habíamos pensado nosotros, que | |
decís, bueno, esto lo financiamos con inflación, hay que mirarlo en detalle”. Asiente Melconian: | |
“Quiero decir dos cosas: primero, sí, tenemos que mirarlo en detalle. Segundo, juego una cena a que | |
los números esos son optimistas, pero no importa. Cuatro puntos de golpe como están hechos ahí | |
tenés que ir a bajarlos”. Alguien ve una línea descendente en su presentación y le dice que está | |
bajando la deuda en Lebacs: “¡Porque están desesterilizando!”, responde Melconian. “Yo les dije | |
que sí porque esto daba 37 hasta hace un tiempo. Ahora que han empezado a desesterilizar para | |
poder emitir, nos están sacando un quilombo de encima. Yo prefiero que emitan todo eso y que me | |
dejen en cero acá”. Melco lleva un dedo hasta el televisor donde está su presentación y hace una | |
pausa. Nadie dice nada. “Vamo’ al programa financiero”, anuncia. | |
Me gusta casi siempre lo que dice Mario Quintana, el dueño de Farmacity. Quintana es un tipo | |
bajito, morocho, de unos 50 años, que hizo su guita él mismo, con un fondo que compra empresas, las | |
hace crecer y después las vende, y que encara los problemas siempre desde una perspectiva distinta | |
a la de los economistas. Mira, en general, un panorama más amplio. Es, por ejemplo, uno de los | |
pocos que le recuerdan al resto de la mesa sobre los riesgos políticos “enormes” de un posible ajuste | |
e insiste con una idea que puede ser potentísima: los mercados le van a tener paciencia a Macri. | |
Después de tantos años erráticos y hostiles, los empresarios y los financistas van a entender si el | |
próximo gobierno debe hacer una transición lenta hacia la normalización de la economía. Mucha más | |
paciencia que la gente común o el círculo rojo si MM toma medidas que perjudican el salario real o | |
el crecimiento de la economía. Después sintetiza bastante bien las diferentes posturas que hemos | |
estado teniendo en estas semanas de debate: “No hay duda de que en el largo plazo queremos todos | |
lo mismo”, dice Quintana cuando ya es de noche y nos preparamos para irnos. “La pregunta es cómo | |
salimos del desastre que nos dejan. Ahí es donde todavía no estamos de acuerdo”. | |
LUNES 15 | |
Anoche me quedé hasta casi las cuatro de la mañana refrescando el navegador de la computadora, | |
observando el avance glacial del escrutinio de las elecciones en Santa Fe. Hasta esa hora se seguían | |
abriendo mesas, cada una de las cuales modificaba un poco para allá o para acá los alrededor de | |
2.000 votos (o 0,1% del total) que le sacaba Miguel Lifschitz a Miguel Del Sel para la gobernación. | |
Y que, lamentablemente, todavía le saca. | |
Fue una noche rara, por la paridad del escrutinio, y bastante frustrante, porque nosotros | |
confiábamos hasta el viernes en una luz de ventaja, aunque cada vez más menguante, para Miguel | |
sobre el candidato socialista. Nos jode no haber ganado (aunque todavía creemos que estamos a | |
tiempo, si lo dan vuelta un recuento o los 100.000 votos no mirados) y nos jode una sensación, como | |
hace un rato me decía Ezequiel Colombo en el subsuelo de Balcarce, de que todavía nos falta | |
empaque para ser un partido nacional capaz de ganar las elecciones. “Si ganamos en octubre va a ser | |
un milagro”, decía Ezequiel, riéndose un poco. “Y no sólo un milagro político”. Tenemos entonces | |
esta sensación de que en el barro de las noches eleccionarias todavía hay algo que nos falta. A mí me | |
irrita un poco meterme en este terreno porque se empieza a hablar de fiscales y de aparatos y de | |
posibles irregularidades en los rincones oscuros de los conurbanos provinciales y empiezo a sentir | |
que es otro idioma: ¿por qué, si se sugiere que faltó fiscalización, se cree que el partido más | |
responsable es el robado y no el robador? Entiendo que el sistema funciona así, pero me resulta | |
imposible no deprimirme porque se da por sentado el micro-fraude y porque sus responsables no | |
están cometiendo un delito ni traicionando a la democracia sino, solamente, “haciendo política”. | |
En Balcarce hay poca gente, porque muchos de los que fueron a Santa Fe todavía no volvieron, | |
pero el clima es, como no podía ser de otra manera, de derrota. Se sigue laburando en la minuta y la | |
burocracia del cierre de listas, que tiene un trabajo de alta política ahí arriba y una tremenda | |
minuciosidad de abogados y apoderados ahí abajo. Me siguen llegando mensajes de periodistas | |
preguntándome cómo viene el cierre de listas, si Fernando Niembro va a ser candidato, si ya está | |
decidido que Marcos va a ser el candidato a vicepresidente, si no nos arrepentimos de no haber | |
cerrado con Massa ahora que el candidato de Massa sacó el 3% en Santa Fe y sus votos le habrían | |
dado la victoria a Del Sel. (Sobre esto último: Santa Fe es una provincia rarísima, muy difícil de | |
nacionalizar, y donde no está nada claro a quién pertenecen los votos. Los votos del Cachi Martínez, | |
el candidato de Massa, perfectamente podrían haber ido a Omar Perotti. Marcos me decía hoy por | |
teléfono que un cuarto de los votantes de Lifschitz votan a Mauricio para presidente y que un tercio | |
de los votantes de Del Sel no votan a Mauricio para presidente.) Contesto lo que sé y lo que puedo, | |
que en esta etapa de cierre de listas no es mucho: una parte de mí quiere que se terminen las | |
elecciones provinciales y se definan finalmente los candidatos, para que podamos volver a | |
concentrarnos en conseguir votos para MM, que es lo que sabemos hacer bien. | |
VIERNES 19 | |
“Palpito que ganamos, ¿vos?”, me escribe Pablo Avelluto a media mañana. Advertido por un editor | |
de Clarín, que me había contado que Gabriela estaba yendo para la casa de Mauricio, le respondo: | |
“Palpito que perdemos”. Una hora después, MM anuncia que Gabriela va a ser su candidata a | |
vicepresidenta. | |
Cito esta conversación no para fanfarronear sino para mostrar cómo estuvo todo el equipo de | |
campaña en ascuas hasta el último momento (Marcos se enteró de la decisión anoche a las 11) y | |
cómo la posible candidatura de Marcos, que al principio nos entusiasmaba pero no nos volvía locos, | |
se había transformado con las semanas en una especie de causa para los que trabajamos con él. A la | |
tarde, cuando lo vemos en Balcarce, Marcos dice primero que está tranquilo, que la reacción | |
positiva al anuncio de la fórmula lo lleva a pensar que probablemente Mauricio hizo bien al no | |
elegirlo; y dice después que está aliviado, que las presiones de los últimos días habían sido | |
insoportables y que está contento de que, aun cuando las cosas se decidieron en la dirección opuesta | |
a sus deseos, por fin se hubiera terminado la incertidumbre y podamos ahora volver a hacer | |
campaña, que es lo que mejor nos sale. “Era un poquito demasiado audaz”, dice, para explicar la | |
decisión de Mauricio de no darle la vicepresidencia. Habíamos sido audaces todo el año, | |
rechazando a Massa, presionando a los radicales, negándonos a hacerle caso a nadie: quizás hacerlo | |
otra vez hubiera sido ir demasiado lejos. | |
¿Por qué se multiplicó la presión del círculo rojo en los últimos días? Una teoría que tiramos en la | |
mesa es que la desaparición de Randazzo y la designación de Zannini como vice de Scioli, hace dos | |
días, pusieron en alerta a los sectores influyentes, que mantenían a Scioli como back up. Preferían a | |
Macri, pero Scioli, hasta el miércoles a la tarde, no les parecía tan grave. Ahora, en cambio, viendo | |
que un triunfo de Scioli sería también un triunfo de Cristina y Kicillof y toda la banda, pusieron al | |
máximo la hornalla de la presión para asegurarse de que el PRO no hiciera un experimento extraño. | |
Si fue así, lo consiguieron. | |
El que se emociona, un rato más tarde, es Miguel de Godoy. “En lo personal pienso que esto es una | |
cagada. Y estoy seguro de que muchos de ustedes también. Nos enorgullecemos de que Marcos haya | |
sido considerado, y lamentablemente no pudo ser. Pero todos los que estamos acá empezamos en esto | |
por Mauricio Macri Presidente y eso no cambió. El objetivo sigue siendo el mismo. Más doloridos o | |
menos, tenemos que saber que estas cosas pasan y que así es la política”. Las palabras de Miguel | |
reflejan el estado de ánimo del edificio, o por lo menos de las personas con las que me encuentro y | |
que participan de la reunión: teníamos muchas ganas de que Marcos fuera candidato a vice pero de | |
una manera un poco extraña la sensación predominante es el alivio, creo que por dos cosas: una es | |
que, como dice Marcos, la reacción a la candidatura de Gabriela ha sido favorable casi | |
unánimemente y que por ahí tenían razón quienes nos decían que Marcos habría sido una jugada | |
demasiado arriesgada; el otro alivio es porque se acerca, por fin, el cierre de listas, que nos tiene de | |
acá para allá desde hace varias semanas, desenfocados, distraídos, sin hacer lo que verdaderamente | |
sabemos hacer o nos gusta hacer, que es hacer campaña. No vemos la hora de que empiece la semana | |
que viene y salir otra vez a la cancha. | |
LUNES 22 | |
La conclusión del fin de semana se la hizo esta mañana Mauricio a Marcos. “Si hace dos años nos | |
hubieran dicho que íbamos a cerrar listas como única fuerza de oposición, con capacidad para meter | |
37 diputados y ocho senadores, firmábamos contentos de la vida”, le dijo. Un espíritu parecido se | |
respira en Balcarce, donde todavía hay ecos del rocambolesco cierre de listas, el sábado a la noche, | |
cuando se confirmó que Cristina finalmente no estará en las listas, que Massa sigue siendo candidato | |
y que las dos fórmulas del FPV en la provincia de Buenos Aires no podrían ser mejores para | |
nosotros. “Y otro punto importante: Sabbatella es odiado por los barones del conurbano. Eso se | |
puede poner divertido”. Nosotros cerramos bien, pero seguimos débiles en Merlo, Moreno, José C. | |
Paz y Malvinas Argentinas, algunos de los municipios más importantes del conurbano. En la mayoría | |
de las provincias, en cambio, hicimos arreglos buenos o razonables, con candidatos más o menos | |
potables, en alianzas más o menos tiradas de los pelos. La sensación que más tenemos que tener, y | |
tratamos de tener, es que hoy empieza la campaña otra vez. O que hoy empieza la campaña de verdad | |
y que todo lo que hicimos hasta ahora fue una preparación para los 49 días que faltan hasta las PASO. | |
Una cosa que me gustó que dijo Marcos hoy en una reunión con Ernesto Martelli, el gerente de | |
marketing de La Nación (y ex director de Rolling Stone), fue que un mes de funcionamiento de | |
nuestra campaña cuesta lo mismo que dos días de los carteles gigantes que tuvo Massa casi todo el | |
año pasado en la vía pública. Nuestra campaña basada en el contacto individual —físico o | |
tecnológico— no sólo es mejor para nuestra estrategia y para, creemos, llegar con nuestro mensaje a | |
los votantes. También es mucho más barata. O por lo menos mucho más eficaz para lograr resultados | |
con un presupuesto determinado. En los relatos que se han hecho en estas semanas sobre el deterioro | |
de Massa, esto se menciona poco. Se dice mucho que Massa, al revés que Scioli y Macri, no tenía | |
una gestión de gobierno importante sobre la cual pararse para mostrar logros y mantenerse ocupado. | |
(A mí me sigue costando ver la veracidad de este argumento: cuando llegué a Argentina, el año | |
pasado, se lo usaba para decir lo contrario: la ausencia de un territorio a cargo le permitía a Massa | |
ser más libre que Macri y Scioli, a quienes les pesaba el trajín de la gestión cotidiana de sus | |
gobiernos.) Se dice también, aunque menos, que el discurso de Massa daba bandazos de un lado para | |
el otro: obsesionado con la actualidad, siempre tenía una opinión contundente sobre el tema del día. | |
Eso le quitó consistencia y lo transformó, durante varios meses (creo que hace un tiempo está más | |
calmado) en una parodia de sí mismo, más parecido a su imitador en Showmatch que al Príncipe | |
Massa posterior a su triunfo de 2013. Se dice aún menos, y me gustaría que se dijera más, que la | |
estrategia de Massa de sumar dirigentes como un atajo para sumar votantes careció del alcance o la | |
duración que le habían pronosticado en su apogeo. Esto es una opinión personal, pero creo que el | |
reclutamiento de Raúl Othacehé, el intendente de Merlo, fue el punto de inflexión en el rendimiento | |
de esta estrategia. Massa vio en el desprestigiado Othacehé casi 300.000 votos. Muchos, en los | |
medios y en el ámbito políticos, vieron que Massa era capaz de sumar a cualquiera, que su Frente | |
Renovador no tenía una identidad por encima del más puro pragmatismo. Hablé un par de veces | |
sobre este tema con Eduardo Amadeo, que estuvo casi un año con Massa y empezó a perder el | |
entusiasmo el día de la llegada de Othacehé. Cuando le dijo a Massa que le parecía una mala idea, | |
Massa le respondió: “A Othacehé no lo conoce nadie”. Y Amadeo le respondió, según su propio | |
relato: “Puede ser, pero mirá de qué van a hablar las radios mañana”. Y tenía razón: a partir de ahí, | |
me parece, el mundo político, que admiraba la ambición y el crecimiento de Massa, empezó a | |
desconfiar de él. | |
Lo que se dice menos todavía es que Massa gastó muy mal su plata. A pesar de ser un político | |
joven, supuestamente cercano a las nuevas tendencias, hizo campaña y eligió sus prioridades como | |
un político dos generaciones mayor. En cambio nosotros, como le contó Marcos a Martelli, a quien | |
conozco hace varios años y a quien le debo, al menos en parte, mi debut como columnista en La | |
Nación, logramos que los candidatos del interior que se suman al PRO nos pregunten no cuándo sale | |
la gacetilla de prensa o cuándo salen los carteles con su cara en la avenida principal del pueblo. Nos | |
preguntan: “¿Cuándo sale el post de Mauricio en Facebook?” | |
MIÉRCOLES 24 | |
Los primeros días de la nueva campaña están siendo más complicados de lo que habíamos previsto. | |
La demanda de organización y aceleración es gigantesca, y no sé si estábamos preparados para | |
afrontarla. Hay que hacer las cosas mucho mejor que antes, a pesar de que antes las estábamos | |
haciendo (creo) bastante bien, y el descubrimiento de este salto le ha dado al equipo una atmósfera | |
algo extraña. El primer cambio en el equipo de discurso es que creamos una “mesa de noticias” para | |
responder más rápido a los temas de actualidad que aparezcan en los medios: a las siete de la | |
mañana nos mandan los temas principales que están girando por las radios, algunos tomados de los | |
diarios, y entre varios escribimos nuestras propuestas de respuesta por email. A alrededor de las 10, | |
Juli Herrero arma una síntesis con lo mejor de nuestra producción, se la manda a Marcos, que la | |
aprueba o la corrige, y se manda después a la base de datos de voceros. El primer desafío fue | |
escribir sobre los holdouts: ¿cuánto decimos? ¿Qué tan específicos podemos ser en nuestra | |
respuesta? A mí me habría gustado que fuéramos más específicos y más directos, pero Marcos creyó | |
que una idea mía era demasiado arriesgada. “No queremos más titulares sobre este tema”, escribió, | |
sobre los holdouts, la mañana siguiente a que una respuesta de buena fe de Gabriela en televisión fue | |
sacada de contexto y reproducida mil veces. | |
De golpe tenemos todos los cañones del oficialismo apuntando sobre nosotros. Quizás | |
esperábamos que esto ocurriera recién el 10 de agosto, pero la desaparición de Randazzo del mapa | |
electoral y la definición de la fórmula gubernamental, con Scioli y Zannini, aceleró los procesos. | |
Cada cosa que decimos corre el riesgo de ser desmenuzada y acogotada y pinchada a ver si confiesa | |
la verdad última de lo que quieren que digamos, es decir, que somos neoliberales, noventistas, que | |
venimos a destruir la vida de los argentinos y a restaurar un modelo para pocos. Admito en privado, | |
pero me cuesta decirlo en las reuniones, que estoy un poco cansado de estar a la defensiva y de | |
escribir respuestas diseñada para evitar errores. No me quiero pasar estos tres meses negando que | |
somos unos ogros, porque 1) estoy convencido de que no lo somos, y 2) no quiero que nos pasemos | |
la campaña entera hablando el lenguaje de nuestros rivales, admitiendo sus marcos de referencia, | |
repitiendo todos los días “¡no somos antipueblo!” Supongo que es uno de los problemas derivados de | |
la polarización: si ellos defienden al pueblo y a la patria, nosotros caeremos naturalmente, a menos | |
que hagamos lo posible por evitarlo, en el rol de ser antipueblo y antipatria. | |
Hoy tuve varias conversaciones uno a uno con personas más o menos importantes dentro de la | |
campaña. Casi todos tenían quejas sobre la situación actual. Uno creía que las listas que habíamos | |
presentado el sábado no representan al partido joven y moderno que pretendemos ser. “No podemos | |
permitir que nos vuelva a pasar en 2017”, me dijo esta persona, que prefiero no nombrar, en el | |
Starbucks de Perú y Avenida Belgrano. “Va a haber que nombrar a alguien con autoridad para elegir | |
candidatos que representen el futuro del partido y no, como hicimos ahora, permitir que demasiada | |
gente meta mano y terminen poniendo en las listas a sus amigos o a tipos que ya dieron lo mejor de | |
sí”. Un tipo incluido en una de las listas, que no es joven pero está teniendo una segunda vida | |
política, se mostró agradecido, mientras almorzábamos en Café Rivas, por la oportunidad, pero me | |
dijo que la organización de las visitas y los recorridos de campaña podría ser mucho mejor y estar | |
mejor organizado. Aparentemente cada uno va por su lado, sin coordinarse ni preguntarles mucho a | |
los otros. A la noche, en Balcarce, donde a veces me quedo trabajando porque es la hora en la que | |
mejor puedo concentrarme, sin el ajetreo del resto del día, y en la que también, me di cuenta, a veces | |
ocurren las mejores charlas, un coordinador del equipo de comunicación me dijo que estaba algo | |
decepcionado con el nivel de compromiso de algunos de sus compañeros y de sus subordinados. | |
“Falta mística”, me dijo. “Hay alguna gente que está desesperada por ganar, pero hay otros, tengo la | |
impresión últimamente, de que toma esto como un trabajo y no lamentaría demasiado perder. Gente | |
que, por ejemplo, no detecta problemas ni hace el esfuerzo por mejorar los procesos en los que están | |
involucrados. Y no se dan cuenta de que este es el mejor laburo que van a tener en mucho tiempo, | |
quizás por el resto de sus vidas”. | |
VIERNES 26 | |
En el Salón de Acuerdos de Parque Patricios, mientras comemos arroz strogonoff de unos bols de | |
plástico y tomamos Coca-Light en copas de vidrio, Roberto Zapata, que acaba de volver de otra gira | |
por el país, explica sus resultados. Esta vez su foco fueron las personas con buena imagen de Macri | |
pero que por alguna razón no lo votan, alrededor del 24% de la población. ¿Cómo se llega a esas | |
personas? No es igual en todo el país, pero Zapata cree que todavía hay una desconfianza o un miedo | |
a que la candidatura de Macri venga a quitar algo que la gente ya tiene. Muchas de estas personas | |
creen que el cambio no es posible, aun cuando están de acuerdo con el tipo y la necesidad del | |
cambio: “Hay que borrar del horizonte ese escepticismo”, dice Zapata. “Y en el conurbano ese | |
escepticismo revolotea con especial intensidad”. | |
De las ideas minuciosas y siempre bien estructuradas de Zapata, me quedo especialmente con dos, | |
que van a ser muy importantes en las próximas seis semanas hasta las PASO. Una es que los atributos | |
positivos de Scioli, un histórico de los grupos focales que siempre nos parecían frustrantes porque | |
nos costaba entenderlos, han desaparecido después del anuncio de la fórmula con Zannini. Durante | |
años Zapata les preguntó a los argentinos qué opinaban sobre Scioli y, a pesar de la mala percepción | |
de su gestión o de las continuas humillaciones a las que era sometido por sus socios políticos, la | |
gente seguía considerándolo un buen tipo, un hombre de bien, un hombre con el talante necesario para | |
ser presidente. Ahora, en cambio, prevalece la percepción de que Scioli se ha convertido en un | |
títere, un tipo incapaz de influir en sus propias listas y, mucho peor, influir en la elección de su | |
propio vicepresidente. Esto es una oportunidad gigantesca para nosotros. | |
La otra idea interesante es que en las mentes de estos votantes intermedios (aunque no indecisos, | |
porque algunos ya tienen su voto decidido) conviven dos percepciones simultáneas sobre Mauricio | |
Macri. Convive la idea que habían tenido durante años (la del empresario que no piensa en los | |
pobres, sus actitudes de clase alta, identificado con la década del 90) con esta nueva imagen de | |
Mauricio como gestor exitoso de la ciudad de Buenos Aires y que visita casas de familia y está | |
dispuesto a escuchar lo que la gente tiene para decirle. ¿Cuál es el Mauricio verdadero? Nuestra | |
capacidad para influir en esta respuesta en los próximos meses será vital para el resultado de la | |
campaña. | |
Cuando termina de hablar Zapata, toma la palabra Jaime, de quien esperamos que nos dé el nuevo | |
evangelio estratégico, o por lo menos su visión de la situación después del cierre de listas, la | |
aparición de Zannini y la acelerada polarización de la campaña. Varios de los que estamos sentados | |
acá esperamos una señal en este sentido, o por lo menos algo de claridad después de las señales | |
dispares que hemos recibido en la semana. Además de Marcos, Santiago Nieto y Joaquín Mollá, que | |
está pasando cada vez más tiempo en Buenos Aires, estamos Pablo Avelluto, Andrés Gómez, Julieta | |
Herrero, Ezequiel Colombo, Mora Jozami, Fernando de Andreis, Miguel de Godoy y yo. Son las dos | |
de la tarde y nuestro plan es estar acá hasta las cinco, tratando de llegar a conclusiones lo más finas | |
posibles sobre cómo sintonizar el discurso de Mauricio y los otros candidatos en el futuro cercano. | |
Vamos a llegar a algunas conclusiones y otras quedarán en el aire, pero todos vamos a tener la | |
oportunidad de decir lo que pensamos y entender mejor lo que piensan los otros. | |
Jaime no llega con un evangelio pero sí con una idea clara, que en general aceptamos como | |
acertada. El eje central de la campaña no tiene que ser Mauricio vs. Scioli sino Mauricio vs. | |
Cristina. En parte porque es lo que ya está ocurriendo y porque es lo que decidió la propia Cristina. | |
O sea que tampoco tiene sentido negarse a un proceso que está en camino y en ascenso. Y la otra | |
razón es porque, siguiendo las conclusiones de Zapata, tenemos que tratar de evitar devolverle a | |
Scioli los atributos positivos perdidos por la designación de Zannini. La humillación de sus socios le | |
quita personalidad a Scioli; pero si lo humillamos nosotros, se la devolvemos. Le haríamos un gran | |
favor. “Tony Schwartz decía hay que jugar con la mente del elector tal como está”, cita Durán en un | |
momento. “La gente no cree que Scioli haya sido mal gobernador. No importa lo que pensemos | |
nosotros”. | |
Polarizar, de todas maneras, no quiere decir confrontar. “No es Ella o Vos, como decía el | |
Colorado [De Narváez]”, explica Jaime. Lo que aparentemente queda claro de la investigación de | |
Zapata es que mucha de esta gente que no ama ni odia a Mauricio tampoco odia ni ama a Cristina. | |
Pero no quieren que siga. Ni ella ni su gobierno. ¿Cómo encenderlos entonces para que se alejen del | |
gobierno y se acerquen al PRO? Acá Jaime hace una pausa y, ante nuestra moderada sorpresa, | |
pregunta, más retóricamente que de otra manera: “¿Y qué si subimos un decibel la agresividad? Algo | |
así como ‘Basta, necesitamos un cambio’”. | |
Ahí empezamos un largo debate sobre qué queremos y qué no queremos cambiar sobre lo que | |
venimos haciendo hasta ahora. Nadie lo dice, pero existe la sensación de que, consolidada esta | |
polarización, no podemos seguir haciendo lo que veníamos haciendo. Hace un mes Mauricio salía a | |
pasear al perro Balcarce y le daban bola un par de miles de personas en Facebook. Si lo hace otra | |
vez en agosto o en septiembre, va a tener 700 cámaras siguiéndolo de un lado a otro. Sabiendo esto, | |
Marcos hace una advertencia. Está claro que tenemos que ampliar o escalar o agregarle capas a | |
nuestro discurso, pero nos recuerda que no deberíamos arriesgar o rein ventar el Mauricio Macri | |
cercano, humano y honesto que con tanta paciencia construimos en el último año y medio. | |
Santiago Nieto, dándole pitadas a su cigarrillo electrónico (hay dos cigarrillos electrónicos en la | |
mesa: el otro es el mío), agrega que si queremos darle algo de contenido al cambio, quizás | |
necesitemos agregarle contenido a la identidad de MM. “Hasta ahora el cambio era abstracto, cada | |
uno podía proyectarle encima lo que quisiera”, dice Santiago. “Ahora quizás llegó la hora de ser algo | |
más específicos”. Alguien recuerda que Cristina, en su enésima cadena nacional del año, dijo ayer | |
que al país no se lo gobierna “con chamuyo y globitos”, en clara alusión al PRO, sino con “números | |
y gestión”. Es tan evidente el cinismo de la presidenta, cuya gestión despreció los números y la | |
gestión en favor del chamuyo (el relato, la batalla cultural, el legado simbólico), que rápido nos | |
distraemos en un par de chistes. Y Marcos dice que Mauricio, cuando oye estas cosas, “se saca”, | |
quiere responder. Quiere decir lo que todos pensamos, pero hemos preferido guardarnos. | |
Joaquín, que es el que nos recuerda quiénes somos cuando empezamos a alejarnos del camino, | |
muestra algo de escepticismo sobre la propuesta duranbarbista de subir el volumen. “Siempre | |
quisimos ser los buenos, ser el corazón. Si subimos la discusión un nivel, no sé si podemos serlo. | |
Creo que podemos empezar a correr el riesgo de que nosotros y Mauricio empecemos a parecernos | |
al resto de los políticos”. Un dilema fundamental que tenemos es si subir el volumen se convertirá en, | |
como dicen los gringos, una slippery slope, o pendiente resbaladiza: es decir, subís un poquito el | |
volumen un día y a los tres o cuatro días, porque un candidato salteño a diputado provincial o un | |
intendente bonaerense recién llegado se creyeron con permiso para decir cualquier cosa, tenés el | |
volumen fuera de control. ¿Podemos permitirles a Mauricio y los candidatos principales afinar el | |
discurso cuidadosamente, bajo nuestra guía, e impedirles lo mismo a cientos de otros candidatos? No | |
parece fácil. | |
En un momento Jaime plantea un escenario ideal para las PASO en las que no ganamos sino que, | |
contraintuitivamente, perdemos por poco. En este escenario Scioli y Zannini arañan el 40% y | |
Mauricio los corre desde no muy lejos, seis o siete puntos detrás. “Si esto ocurre, en octubre es | |
posible que se nos sumen, además de los votos de Sanz y Carrió, los de Massa y Stolbizer”, dice. Las | |
encuestas siguen dando que hay un 60% de argentinos que quieren una derrota de los Kirchner. | |
Perdiendo por poco, asustamos a todos los que no los votan. En cambio, si ganáramos las PASO, | |
todos estos votantes, a quienes eventualmente siempre necesitaríamos, podrían seguir jugando con | |
sus candidatos en la primera vuelta. | |
“¿Queremos ser David contra Goliat?”, pregunta Joaquín. “Sí, pero acordémonos que David fue a | |
pelearle a Goliat”, responde Jaime, cuyo escenario favorito, a lo largo de su carrera, ha sido siempre | |
el de llegar desde atrás y sorprender en la última recta. Marcos cita entonces a Malcolm Gladwell, | |
que en su último libro recuerda que David, aunque más chiquito y menos fuerte que Goliat, tenía | |
mejor tecnología, porque era un artillero. Su enemigo, aunque gigante, era miembro de infantería, su | |
radio de acción nunca llegaba demasiado lejos. Nos encanta la historia porque siempre nos gustan las | |
historias donde salen mejor parados aquellos que tienen mejor tecnología, pero para Marcos la | |
moraleja es otra. “Copiemos la irreverencia de David hacia Goliat”, dice. “Ridiculicémoslos, | |
digámosles que tienen aparato pero que les vamos a ganar igual, que tienen aparato pero son | |
anticuados, rígidos, poco móviles”. | |
SÁBADO 27 | |
Jorge Macri ha vivido una conversión. Percibido hasta hace no mucho como un político de formas | |
tradicionales, casi más cerca de la manera de hacer política de Sergio Massa que de la de su propio | |
primo (eso se decía), se ha vuelto, desde su nombramiento como jefe de campaña de María Eugenia | |
Vidal en la provincia, en un entusiasta y experto propagandista de la manera de hacer campaña del | |
PRO. Esta tarde, en una reunión con 250 candidatos y jefes de campaña de las secciones electorales | |
bonaerenses Primera (conurbano norte), Tercera (conurbano sur) y Octava (La Plata y alrededores), | |
Jorge arengó e insistió con que cada distrito tenga mística política pero también disciplina: en el | |
discurso, en la absorción de voluntarios, en la coordinación con otros equipos y en la programación | |
de actividades. Sobre todo fue un defensor de la tecnología y de la plataforma de movilización como | |
una herramienta poderosa para hacer campaña (“Más que ningún otro, ustedes tienen la posibilidad | |
de meter un voluntario por cuadra”) pero también para la que en el Gran Buenos Aires puede ser una | |
parte importante de la batalla: la fiscalización. Ante un auditorio de experiencia variable, algunos | |
con años de liturgia PRO encima, otros recién llegados, Macri machacó varias veces para que estos | |
tipos que lo escuchaban se dejaran convencer sobre los beneficios de la tecnología y la disciplina. | |
“Como dice Durán Barba, la campaña se gana o se pierde por pequeños detalles”, dijo en un | |
momento. | |
Pasamos la tarde, lluviosa desde el principio al final, en un club del bajo de Vicente López, a | |
media cuadra de las enormes torres residenciales que brotaron sobre el río en el último lustro. La | |
idea de Marcos era darles a los candidatos y sus asesores una capacitación rápida sobre las | |
herramientas a su disposición, desde aspectos más estratégicos, como el discurso (ahí nos paramos | |
Fede Suárez, Pablo Avelluto, Juli Herrero y yo, que vamos a estar disponibles para lo que necesiten), | |
a otros asuntos más concretos, como el diseño de boletas y afiches de campaña. Marcos dio un | |
panorama electoral/político sobre el lugar donde estamos parados y clarificó o afinó algo que me | |
había quedado haciendo ruido en la reunión de ayer: más que “Mauricio vs Cristina”, la polarización | |
que deberíamos intentar es “Mauricio vs. la continuidad de Cristina”. La diferencia puede parecer | |
sutil, pero sus implicancias no lo son: si polarizáramos con Cristina, estaríamos atacando a una mujer | |
percibida como en su camino de salida, que sigue siendo viuda y tiene una imagen razonable; | |
polarizando con su continuidad, enfocamos mejor sobre ese 60% de personas que quiere una derrota | |
del kirchnerismo. | |
Marcos también trata de levantar un poco el ánimo electoral de la tropa, que llega castigada | |
después de una semana en la que no oyeron otra cosa que la fórmula Scioli-Zannini es la unión de lo | |
mejor de ambos mundos peronistas y de una fortaleza imparable. “No compartimos ese análisis”, | |
dice Marcos. “La demanda de cambio es la que te ordena. El error más fuerte de ellos es la | |
kirchnerizacion del sciolismo”. Sí admite que el conurbano, donde opera buena parte de quienes lo | |
están escuchando, es el bastión más importante del kirchnerismo en términos de dos cosas: 1) | |
organización política y 2) triunfo cultural de la resignación, del “esto es lo mejor que podemos tener” | |
y del “Macri te va a sacar lo poco que tenés”. Están dando vueltas muchas encuestas truchas, dice | |
Marcos, según las cuales Scioli ya ganó. “Eso es bueno. Lo podemos usar a nuestro favor”. Alguien | |
desde el fondo levanta una mano y pregunta cómo están nuestras encuestas. Marcos responde lo que | |
venimos diciendo últimamente: Macri y Scioli empatados en 33%, con un sesgo para Scioli en los | |
sectores más pobres y un sesgo para Macri entre los jóvenes. Vuelve a mencionar el mapa de tres | |
tercios: hay un tercio que ya nos acompaña, del que nos nutrimos mucho, que quiere el cambio y | |
quiere que ese cambio sea Mauricio Macri; hay otro tercio que no vamos a convencer y en el que no | |
deberíamos gastar energía en tratar de convencer; y un tercio que tiene buena imagen de Mauricio | |
pero duda, “porque nos ve lejanos”, y sobre el cual tenemos que concentrar todos nuestros esfuerzos. | |
“No somos una fuerza política tradicional, para lo bueno y lo malo. No van a encontrar en nosotros | |
una guía de respuestas ni van a tener miedo de ser llamados como castigo a un error. Sí van a | |
encontrar en nosotros orientación y apoyo. Trabajemos en escuchar a los vecinos, en establecer una | |
conexión emocional con ellos y en transmitir la convicción de que podemos vivir mejor. No venimos | |
con un libreto ideológico sino a mejorar la vida de la gente. La pregunta final que se hace la gente es: | |
¿Macri me viene a dar? ¿O me viene a quitar?” | |
Después de Marcos, empiezan a subir al escenario los coordinadores de algunos de los equipos de | |
comunicación. Primero Mora Jozami, coordinadora de los equipos de encuestas y opinión pública, | |
explica los mapas distritales que recibieron los candidatos y que están pintados con siete colores | |
diferentes, representativos de siete clases sociales distintas. Jorge Aguado, que trabajo en el | |
ministerio de Educación porteño y se sumó a la campaña para trabajar en las plataformas de | |
participación, presenta la aplicación para web y smartphones que usarán los fiscales. “Así vamos a | |
poder ser el David que le gane a Goliat”, dice, usando la misma metáfora de ayer. El objetivo es | |
llegar a tener fiscales —reclutados, asignados y capacitados— en todas las mesas de la provincia el | |
9 de agosto, el día de las PASO, y aprender todo lo posible sobre el funcionamiento de la tecnología | |
y del capital humano para el día en el que la fiscalización será fundamental de verdad, el 25 de | |
octubre. Aguado dice que ya tenemos el 60% de los fiscales necesarios en la primera sección, y la | |
mitad de eso en la Tercera. Jorge Macri toma el micrófono: “Si hubiéramos hecho todo esto, | |
probablemente hoy seríamos gobierno en Santa Fe”. | |
El resto del encuentro mantiene el tono operativo. Algunos, especialmente los que ya conocemos | |
estas cosas, vamos para el fondo a servirnos café y comer unas medialunas que están buenísimas. | |
Afuera sigue lloviendo y ya es casi de noche, pero la atención de la multitud se mantiene en los | |
expositores. Marcos recomienda Facebook con intensidad: “Si tienen plata para publicidad, | |
Facebook ofrece, por lejos, el mejor costo por contacto”. Les pide que generen generen menos | |
contenido sobre ellos mismos que sobre lo que pasa en sus comunidades y la gente que conocen: “La | |
gente no quiere autobombo”. Además, hay otra cosa: en los distritos de ustedes, dice Jorge, el | |
aparato kirchnerista va a tapar su presencia en la calle, sus pintadas, sus posteos (carteles en los | |
postes de luz, no en Facebook) y afiches en vía pública. El aparato del PJ bonaerense no llega a | |
Facebook, es la mejor manera de evitarlo. | |
Cierran, brevemente, dos discursos: uno de María Eugenia, que está en un momento extraordinario | |
de confianza, empatía y oratoria; y de Fernando Niembro, a quien nunca había visto hablar en vivo y | |
que cita una fallida reunión que tuvimos en el verano con Fede Suárez y Juli Herrero y en la que | |
terminamos a los cascotazos retóricos. Igual Niembro me sorprende: tiene energía, es un evangelista | |
de la cercanía y tiene sentido del humor. “Yo me creía Superman, porque transmito partidos con | |
muchísimo rating. Más de uno de ustedes me habrá insultado, estoy seguro”, dice en un momento, y el | |
público se ríe. Lo que quiere decir Niembro es que él también, como Jorge Macri, es un converso. | |
MARTES 30 | |
Mientras esperábamos que empezara otro evento como el del sábado en Vicente López, pero con | |
candidatos de las secciones del interior de la provincia, Marcos se acercó ayer a donde estábamos | |
con Pablo Avelluto y Ale Rozitchner y nos pidió que subiéramos al tercer piso del edificio de Parque | |
Patricios a conversar con Jaime y Santiago Nieto, que llevaban un par de horas aceptando ideas | |
sobre cómo agregarle contenido a la demanda de cambio y cómo afinar el discurso en este nuevo | |
escenario polarizado. Encontramos a Jaime y Santiago en una oficina con vista al sur —Amancio | |
Alcorta, el Riachuelo y más allá— y peloteamos ideas, tratando de buscar exactamente qué creíamos | |
que nos estaba faltando y qué podíamos agregar. | |
La atmósfera en el edificio seguía parecida a la de la semana pasada: una mezcla de euforia por el | |
inicio de la campaña definitiva hacia las PASO, sabiendo que somos una de las dos fuerzas | |
principales; y un dejo de desorientación por vernos en el centro de la escena y no saber si tenemos | |
que seguir haciendo lo mismo que estábamos haciendo o si, ahora que el partido parece otro —en | |
una cancha más grande, con todo el mundo mirando, en partidos por los puntos—, tenemos que dejar | |
de hacer lo que estábamos haciendo y empezar a hacer otra cosa. Por ejemplo: ¿qué queremos decir | |
verdaderamente sobre el kirchnerismo? ¿Queremos todavía seducir a algunos de sus votantes blandos | |
o, dada la polarización, preferimos elegir el contraste y decirle a la sociedad: no somos como ellos? | |
La conversación se extendió. Nos trajeron cafés. Santiago prendió su cigarrillo electrónico. | |
No tengo muchas notas sobre la conversación, pero sí me acuerdo de Jaime, ante una pregunta de | |
Pablo, admitiendo que la gente está más enojada con el estilo de Cristina que con sus medidas de | |
gobierno. “Seguimos creyendo que no hay que confrontar, pero sí agudizar el contraste”, explicó. | |
Saboreábamos las cosas que nos decíamos y nos contestábamos y sentíamos que nos acercábamos a | |
algo, pero sin alcanzarlo del todo. Charlamos un rato de política económica, de la cual Jaime admite | |
ser un completo ignorante. Sólo sabe una cosa, mejor dicho: del ajuste no se vuelve. “Tengo tres | |
amigos que llegaron al gobierno e hicieron ajustes [Gonzalo Sánchez de Losada, Fabián Alarcón y | |
Jamil Mahuad]. Los tres están o estuvieron presos o prófugos”, dijo, agarrándose un dedo a medida | |
que decía cada nombre. “Mauricio es como el cura que no puede sonreírle a un niño, porque la gente | |
va a pensar que es un pedófilo. Mauricio no puede sonreírle al ajuste, porque van a pensar que es un | |
ajustador”. | |
En la reunión siguiente, con Marcos y todo su equipo, el clima era parecido, con el agregado de | |
quienes, como Iván Pavlovsky y Andrés Gómez, llegaron contando que sus amigos en la trinchera | |
contraria les habían contado que Scioli estaba preparando una campaña de miedo —la palabra que | |
usaron fue “pánico”— contra nosotros y Mauricio: que nos preparemos para ver en televisión y en | |
todos lados acusaciones de noventismo, de colaboración con la dictadura, de pegarles a los niños y a | |
nuestras mascotas. Marcos se encogió de hombros, como diciendo “no podemos hacer nada por | |
evitarlo”, pero al mismo tiempo nos pidió que transmitiéramos convicción, no tanto en que | |
fanfarroneemos que vamos a ganar sino de que estamos en esto hasta al final y vamos a pelear hasta | |
el último minuto. Hace unos meses ya habíamos dicho, en una reunión parecida a esta, que ganar va a | |
ser complicado, va a ser un milagro, y que no nos la van a dejar fácil: si llegamos a la Casa Rosada, | |
va a ser con el auto medio quemado, el parabrisas roto, las ruedas pinchadas, el motor fundido. | |
Llegaremos, si llegamos, con el último aliento. Y quizás el reconocimiento raro de estos días es que | |
la pelea finalmente se está poniendo fea, y quizás alguno de nosotros tenía la esperanza de que eso | |
pudiera pasar más adelante, posiblemente después de las PASO. | |
¿Cómo hablar de los temas que queremos hablar sin hacer las mismas promesas tontas que hacen | |
los políticos tradicionales, que no saben si las van a poder cumplir pero las repiten igual a pesar de | |
que nadie les cree? Una solución puede ser mostrar empatía, sintonizarnos con problemas como la | |
inseguridad o la falta de cloacas. A Marcos le gustó una entrevista que hizo Fernando Niembro la | |
semana pasada con Nelson Castro, en la que hizo precisamente eso: hablar de la inseguridad sin | |
discursos altisonantes ni declaraciones estridentes pero sí mostrando una conexión con las víctimas y | |
con el dolor que provoca no tener agua potable o cloacas o acceso a la educación. Esto puede | |
permitirnos, si nos sale bien, no hablar sólo de Aerolíneas Argentinas y los temas que el resto del | |
ambiente político-periodístico quiere en estos días que hablemos. Quieren que nos situemos | |
claramente de un lado o de otro de una línea imaginaria que divide al kirchnerismo de los que apoyan | |
“el otro modelo de país”, pero nosotros ni siquiera creemos que hay una línea ni dos modelos de | |
país. Al menos no existen en las mentes de la gente que tiene que votarnos. Eso es lo más importante. |
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JUNIO | |
LUNES 1º | |
Jaime explica su visión del momento de campaña. Está algo intranquilo: los candidatos de la | |
“alianza”, como le dice él, con la UCR no están andando bien. Perdimos en Neuquén y Chaco con | |
candidatos radicales y es posible que perdamos en Córdoba con otro candidato radical. “Lo bueno es | |
que Mauricio, en estas mismas provincias, está mucho mejor”, agrega, pero no se conforma. La | |
prensa va a decir que Macri está perdiendo acá y allá, pero nosotros tenemos que decir, sugiere | |
Jaime, que las elecciones locales y las nacionales son cosas distintas. Un buen truco, que mencionó | |
él mismo en su columna de ayer en Perfil, es que en 2011 Mauricio ganó claramente en la Ciudad de | |
Buenos Aires y, un par de meses después, Cristina fue la candidata a presidente más votada en la | |
ciudad. Pero no va a ser fácil.</p> | |
<p>A pesar de la tensión por el cierre de listas, dentro de tres semanas, y la presión creciente para que | |
el PRO cierre un acuerdo con Massa o con algún escombro del Frente Renovador en la provincia de | |
Buenos Aires, la inmensa mayoría de los que trabajamos en Balcarce estamos contentos con la idea | |
de ir solos. Jaime insiste en el punto: “Ahora nos piden otra vez que cerremos con Massa. Yo creo | |
que con Massa no terminaríamos ganando. A nosotros nos votan porque somos una alternativa”. Por | |
eso el binomio, como le dice JDB a la fórmula presidencial, tiene que expresar completamente los | |
valores del PRO, de cambio, de optimismo, de futuro, “de patear el tablero”. Así podemos y así | |
vamos (ojalá, pienso cuando lo escucho) a ganar las elecciones. “Tenemos que seguir así”, insiste | |
Jaime por milésima vez desde que lo conozco. “Aunque cause furia en el círculo rojo”.</p> | |
<p>Marcos nos pide entonces que no paremos la campaña, que sigamos creciendo donde tenemos que | |
crecer, que se sigan organizando los timbreos y las mesas y los posts de Facebook: que sigamos | |
laburando por Macri Presidente mientras abajo se deciden, de la mejor manera posible, las listas y | |
los arreglos. Nuestra campaña ya está decidida: va a ser uno a uno, timbre por timbre, con alegría, | |
con voluntarios, con jóvenes, distinta a todas las anteriores. Es cierto que hay definiciones | |
complicadas, especialmente en el Gran Buenos Aires, y aliados con mala imagen que quieren | |
acercarse a Mauricio. ¿Vale la pena? A veces, dice Marcos, ni siquiera nos garantizan la | |
fiscalización, como pasó el otro día en Chaco. Pero eso no tiene que importarnos. Nosotros tenemos | |
que seguir con la campaña y la tenemos que nacionalizar. Ahora está muy territorializada, en parte | |
por la llegada de Massa en 2013, que devolvió la relevancia a los intendentes bonaerenses, pero | |
nosotros tenemos que salir de ahí y nacionalizar: la única relación que nos importa es la de Mauricio | |
con la gente, con los votantes.</p> | |
<p>La buena noticia del día, extrañamente personal y política al mismo tiempo, fue el anuncio de mi | |
amigo Lucas Llach como candidato a vicepresidente de Ernesto Sanz. Me puse muy contento por él, | |
por el reconocimiento que significa y porque sé lo mucho que confía en Sanz, y porque lo conozco | |
desde que estábamos en jardín de infantes. Desde entonces estuvimos casi siempre muy cerca, | |
especialmente los cuatro meses que pasamos juntos arriba de un auto, discutiendo de fútbol y | |
política, en un viaje por tierra desde Boston hasta Buenos Aires. Hoy me mandó un WhatsApp que | |
decía: “Qué bueno esto de estar tan cerca tuyo y con una minidiscusión de por medio. Es lo que | |
hicimos toda la vida”. El sábado a la noche habíamos quedado a comer con unos amigos en un | |
restaurant italiano en San Cristóbal y Lucas había avisado a último momento que no venía. En ese | |
momento no le prestamos atención. Ahora sabemos qué estaba haciendo, o por lo menos con quién | |
estaba comiendo.</p> | |
<p>MARTES 2</p> | |
<p>En Rosario, ayudando a Miguel Del Sel a preparar el debate del sábado que viene contra Lisfschitz, | |
Perotti y los otros candidatos santafesinos. Vinimos en mi auto con Juli Herrero y nos encerramos | |
toda la tarde y hasta la noche con Miguel, Luciano Laspina, Pichu Delneri y Florencia Zallio en una | |
suite del décimo piso del hotel Plaza Real, en el centro de Rosario. Los organizadores nos habían | |
pasado los cuatro temas principales del debate (seguridad, educación, infraestructura y modelo | |
productivo) y estuvimos viendo en estas horas cómo reducir a dos minutos las propuestas | |
consensuadas entre la Fundación Pensar Santa Fe y la campaña y las necesidades de discurso de | |
Miguel, que está algo nervioso y no sabe bien (me parece) con qué nivel de detalle zambullirse en | |
los debates de políticas públicas. Una parte de él cree que debería zambullirse más, para parecerse | |
más a los otros candidatos y amortiguar la percepción de que no está preparado para gobernar y que | |
no conoce los temas de la provincia. Y otra parte de él cree que su mejor activo es ser distinto a los | |
políticos tradicionales y haber encontrado una manera de hablarle al público que es comprendida y | |
valorada.</p> | |
<p>Nosotros pensamos lo mismo. Creemos que Miguel tiene que estar tranquilo, a pesar de que no lo | |
está, y que tiene que aprenderse lo suficiente como para comunicar que está encima de los temas pero | |
sin entrar en una espiral de números y siglas que le quiten credibilidad. Él no es un candidato del que | |
se espera este tipo de detalles e iría en contra de su campaña forzarlo o forzarse a aprender una jerga | |
vacía y mecánica en un par de días. Además, según nuestros números, Miguel va ganando. Y como | |
todos los candidatos que van ganando, su principal objetivo en el debate tiene que ser no cometer | |
errores ni perder votos; ser lo más anodino posible, bajar el ritmo del partido, por así decirlo, e | |
intentar que el debate termine 0-0. Para eso tiene que confiar en sus armas pero también tomarse | |
relativamente en serio lo que estamos charlando en estas horas interminables en el Plaza Real, por | |
cuyo ventanal del décimo piso, mientras nos traen primero café y después una picada con Coca-Colas | |
y Paso de los Toros, vemos pasar el atardecer sobre los techos desabridos del centro de la ciudad.</p> | |
<p>El punto intermedio que encontramos es hacerle a Miguel una lista de tres ejes o propuesta para | |
cada tema, escribirlos en hojas distintas y después imprimirlos para que los tenga en su atril durante | |
el debate, algo que está permitido en las reglas consensuadas. No se las damos para que las muestre | |
durante la transmisión, sino para que las tenga como ayuda-memoria y las use para estructurar mejor | |
sus respuestas. Escribo las listas, a medida que las vamos conversando, en mi computadora y cuando | |
llegamos a un acuerdo se las pongo enfrente a Miguel y le cronometramos los dos minutos. Lo hace | |
casi siempre bien, y a veces muy bien. Él protesta, porque el ejercicio lo aburre mucho, y se siente | |
culpable, porque cree que él, un candidato mitad comediante y mitad profesor de educación física, se | |
aburre más en esto que los otros candidatos, pero la gente con más experiencia le dice que no es así: | |
todos los candidatos odian preparar sus debates, incluso Obama era muy vago para hacerlo y | |
demoraba todo hasta el final. Esto le pasa mucho a Miguel: su complejo de inferioridad ante sus | |
rivales, porque no tiene pedigrí político y no maneja ni le interesa el lenguaje de la burocracia, lo | |
hace sentir más distinto de lo que realmente es. Cuando le pedimos que se lo tome con calma, él cree | |
que dudamos de él. No es así, le explicamos: a todos los candidatos que van primeros se les | |
recomienda agitar lo menos posible las aguas de los debates, así sean comediantes, profesores de | |
gimnasia o doctores en biología molecular.</p> | |
<p>En un momento nos hace escuchar, después de buscarla en su teléfono, “Hipocresía”, de Rubén | |
Blades, una canción enojada y resentida, para mostrarnos cómo se siente ante los ataques constantes | |
de los últimos días. El socialismo y buena parte del periodismo, con La Capital a la cabeza, vienen | |
castigando duramente a Miguel, casi siempre sin nada más que ataques personales. La tapa del diario | |
de hoy anunciaba una entrevista al gobernador Antonio Bonfatti, que se presenta como candidato a | |
senador, y cuyo título principal decía: “Del Sel no tiene nada en la cabeza”. Mientras escuchamos la | |
letra de la canción, una canción para gente herida con ganas de vengarse, Miguel dice, genuinamente | |
conmovido, hablándoles a unos santafesinos hipotéticos que no tiene enfrente: “Si quieren seguir | |
igual, voten a estos hijos de puta”. | |
Cuando la situación, por el aburrimiento y la repetición, se pone un poco tensa, Miguel simula | |
estar ya en el debate y dice lo que una parte de él se muere de ganas de decir: “Candidatos, | |
moderadores, buenas noches, gracias por invitarme, pero por qué no se van todos a la concha de sus | |
madres”. Nos reímos, porque el guacho es siempre gracioso, y lo tomamos por lo que es: un estallido | |
más de hartazgo después de meses (o años) de campaña y de impaciencia por llegar al final del | |
recorrido, para el que faltan doce días. Mañana volveremos a hacer exactamente lo mismo que hoy: | |
si hoy pareció agotador y sisifeano, no me puedo imaginar cómo será mañana. | |
Desde Buenos Aires, las noticias sólo hablan de los crecientes rumores sobre un acuerdo inminente | |
entre Macri y Massa. La Bolsa porteña, leo en un tuit, subió 7% porque el mercado espera un | |
acuerdo. Me llegan al teléfono, mientras interrogamos a Miguel, mensajes de periodistas amigos o | |
interesados que me preguntan qué sé del acuerdo, que aparentemente ya está firmado. Les digo que no | |
sé nada y que lo creo improbable, por lo que viene diciendo Marcos y porque cada día que pasa hay | |
menos razones para arreglar con Massa. Es más posible, les digo, un acuerdo con el massismo —es | |
decir, con sus intendentes bonaerenses—, pero no con Massa. | |
Ahora, en la habitación del hotel, viendo el resto de las noticias que me perdí durante el día, | |
porque estuve manejando o en la suite de Miguel, veo que Blatter renunció a la FIFA y que me perdí | |
las repercusiones, los análisis y los chistes de Twitter. Son las cosas que tiene la campaña y que, | |
supongo, van a ser cada vez más así a medida que avance el año: cada vez habrá menos tiempo para | |
dedicar a otra cosa que no sea la política. No me molesta para nada. | |
VIERNES 5 | |
Intenso día en Mar del Plata, a donde vamos para el Consejo Nacional del PRO. Llegamos al | |
mediodía en el auto de Pablo Avelluto —en la Shell de Chascomús escuchamos y festejamos las | |
declaraciones de MM en Radio Mitre contra los fondos de inversión: “No saben nada de política”— | |
y tomamos nuestras habitaciones en Torres de Manantiales, el hotel de la familia de Hernán Lombardi | |
donde después del mediodía empieza la sesión del consejo, que se hace dos veces por año y reúne a | |
los principales dirigentes del partido en todo el país. Es un momento de especial efervescencia, por | |
el cierre inminente de listas, que tiene a todo el mundo político presionando al PRO para llegar a un | |
acuerdo con Sergio Massa; y por la presencia de cientos de coordinadores locales del programa de | |
movilización, que vinieron a Mar del Plata de todo el país y le dan al ambiente una energía especial. | |
La campaña va de a poco virando su foco hacia la movilización y los voluntarios (es decir, a la | |
campaña uno a uno, con timbreo y llamadas y mails), y el hecho de ver a estos chicos y a estas chicas | |
tan entusiasmados pone de muy buen humor —o por lo menos eso me parece a mí— a todo el mundo. | |
La otra fuente de energía es la negativa a incluir a Massa en el armado político de la provincia de | |
Buenos Aires, a pesar de los reclamos casi unánimes de periodistas, empresarios, analistas y | |
antikirchneristas de todo tipo. Nos acusan de estar entregándole la provincia al kirchnerismo (y, con | |
ella, el país), pero nosotros estamos convencidos de que la nuestra es la única decisión posible y esa | |
rebeldía nos excita y nos levanta. | |
Cuando le toca hablar, Emilio Monzó destaca el trabajo del equipo político y de comunicación en | |
la primera sección electoral de la provincia, donde el PRO va a presentar candidatos propios con | |
chances de ganar en el 80% de los municipios. “En la primera sección [que incluye el norte y parte | |
del oeste del conurbano], no necesitamos acuerdos”, dice Emilio. En la tercera sección, que recorre | |
el resto del oeste y el sur del Gran Buenos Aires, sí necesitamos acuerdos, y por eso los hicimos, con | |
Gabriel Mercuri y con Miguel Saredi, entre otros. En este momento Monzó deja de decir lo que | |
estaba diciendo y pide un gran aplauso para Fernando Niembro, “que está haciendo un gran trabajo | |
en La Matanza”. | |
El momento más emocionante del informe de situación de Emilio es cuando menciona a María | |
Eugenia y la presenta como la única candidata del PRO en la provincia. “Hay una sola candidata, | |
única, y no va a a haber otro candidato”, dice Monzó, como para que no queden dudas, y se lleva una | |
ovación enorme, compartida con Vidal, y que sella el estado de ánimo del salón: en el PRO creemos | |
que tenemos mística y política para ganar por nosotros mismos. Esta confianza que detecto hoy la | |
había notado antes pero nunca con tanta fuerza ni tanto orgullo. Si Mauricio, Marcos y Jaime hubieran | |
decidido que, dadas las circunstancias, lo mejor hubiera sido acordar de alguna manera con Massa, | |
estoy seguro de que la mayoría lo habría comprendido y se habría alineado a la nueva estrategia. | |
Pero también estoy seguro de que la mayoría de los que estamos en este salón preferimos seguir | |
solos, o seguir como estamos ahora (a punto de competir en una PASO con Sanz y Carrió), que | |
unidos a Massa y los restos del Frente Renovador. | |
Mientras esperamos la aparición de Mauricio, que ha estado timbreando en un barrio cerca del | |
puerto de Mar del Plata, hacen su presentación Federico Morales y Guillermo Riera, los | |
coordinadores del programa de movilización. Dan algunos números, como que 33.000 personas ya se | |
anotaron para ser fiscales de mesa en octubre (necesitamos, según sus cálculos, unos 80.000) y que | |
ya tenemos coordinadores locales en más de mil ciudades. Pero la idea más interesante que me llevo | |
es la de que todo esto está ocurriendo mientras es completamente ignorado por el mundo político. | |
“Dicen que no tenemos estructura, que nuestra presencia en el interior es finita”, dice Guille en un | |
momento. “Es bueno que ellos no noten lo que tenemos, porque ningún otro partido tiene esto que | |
tenemos nosotros. Estamos trabajando bajo el radar”. Mientras el país habla de Massa, el PRO tiene | |
esto que nadie ve y es impresionante. | |
También habla un rato Jaime, que continúa con su proceso de evangelización y, ante las dudas | |
generadas en nosotros por el círculo rojo, de reforzar el optimismo. Dice que nuestra estrategia, tan | |
planificada y tan consistente, es rara no sólo en Argentina, sino también en América Latina. “El PRO | |
tiene el mejor equipo de América Latina desde el punto de vista técnico. Lo que se está haciendo en | |
esta campaña será un punto de quiebre en la historia de las campañas políticas del continente. En el | |
futuro todas las campañas serán como ésta. Y podemos ganar. Es probable que ganemos si hacemos | |
un esfuerzo más”. | |
Se despide con dos reflexiones. La primera es sobre a quién irán los votos de Massa si se baja de | |
la presidencial. El sciolismo y sus satélites dicen que irán mayoritariamente a Scioli. Muchos | |
periodistas repiten esto como si fuera un hecho comprobado. En las encuestas que tenemos, la | |
repartija es pareja, pero Jaime dice que la mejor manera de averiguar esto no es con una pregunta, | |
sino viendo la evolución de las encuestas pasadas. Hace un año, Macri tenía 13% y Massa 29% de | |
intención de voto. Ahora es al revés, mientras Scioli subió uno o dos puntos. “Si vemos el cambio, | |
está claro a dónde están yendo los votos de Massa”. | |
La segunda reflexión es ésta, que transcribo entera según me la acuerdo: “Los periodistas y | |
políticos creen que los votos son de alguien. Dicen ‘se cae Massa porque se van los intendentes’. Es | |
al revés, se van los intendentes porque se debilita Massa. La gente, que no es propiedad de nadie, es | |
cada vez más autónoma. La gente se autodirige. Sabiendo esto, nosotros hacemos política. Nosotros | |
no privilegiamos al dirigente con votos. Privilegiamos hablar con la gente. Las gentes comunes se | |
han vuelto autónomas. Macri, apoyado por su excelente equipo de campaña, investiga, es una persona | |
moderna. A los demás políticos, en cambio, les cuesta entender. Hace veinte años servían las | |
manifestaciones, servían los actos partidarios, servían los punteros. Ahora ya no. Los electores no | |
son de nadie. Hacen poco caso al círculo rojo, no se interesan por las peleas de los políticos”. | |
Marcos habla dos minutos, porque enseguida llega Mauricio y tiene que cortar su discurso, pero en | |
ese lapso se las ingenia para tirar una frase que me encanta y que anoto lo mejor que puedo en el | |
teléfono: “Cuanta más presión nos tiran, más convencidos estamos de lo que peleamos. Nosotros | |
vamos por la épica, el timbreo, los voluntarios. Queremos hacer campaña con gente nueva y gente | |
buena”. | |
A la noche vamos a comer y a tomar algo en grupo y hay una sensación contagiosa de optimismo. | |
Espero que valga la pena, que no sea destrozada por una derrota en octubre. Esta gente no se lo | |
merece. Un rato antes habíamos ido a la reunión de los coordinadores de voluntarios en el piso 29 de | |
una de las Torres de Manantiales, donde, con las luces de Mar del Plata de fondo y ni un metro | |
cuadrado disponible para sentarse, vimos a Ezequiel Colombo y a Guille Riera y a Lu Aboud ensayar | |
arengas político-motivacionales a este grupo de jóvenes de quienes tanto dependemos. “Sean | |
generosos”, les pidió Ezequiel en un momento. “El voluntario nuevo, que se sume esta semana, vale | |
tanto como el viejo o el que lleva diez años. Sumemos, no restemos. Y no les demos bola a los | |
rumores. Sigamos concentrados en lo que sabemos es nuestro objetivo. Tenemos que seguir creciendo | |
así”. Ahora, unos pisos más abajo, mirando el balcón de mi cuarto, el reflejo de la luna casi llena | |
sobre el Atlántico, unos pocos autos yendo y viniendo por el Boulevard Peralta Ramos, creo que ha | |
sido un día distinto, bastante especial, que quizás recordemos a fin de año como una bisagra en | |
nuestra decisión de salir adelante. | |
SÁBADO 6 | |
Después de volver de Mar del Plata y de una siesta larguísima, que me dejó abombado y | |
desorientado, trato de ver el debate de Miguel Del Sel en Rosario, pero el streaming de los canales | |
santafesinos anda más o menos y se me complica entender las respuestas. Por lo que puedo deducir, | |
Miguel responde bastante bien, menos articuladamente que Lifschitz y menos campechano que | |
Perotti, pero con la suficiente solidez y espontaneidad como para salir indemne, que era nuestro | |
objetivo inicial. Algunas respuestas incluyen ideas o argumentos que no conozco, pero no sé si son | |
cosas que Miguel trabajó con Juli o con Miguel de Godoy, que lo visitó ayer, o si son cosas que está | |
sacando de la galera en este momento. Cuando termina el debate, Juli me manda un mensaje: | |
“Zafamos”. | |
A la mañana, cuando todavía estábamos en la ruta, Marcos me había escrito para preguntarme por | |
un detalle en la columna de Francisco Olivera en La Nación y ambos nos habíamos quejado de cómo | |
nos costaba todavía que nos entendieran o entendieran nuestra manera de hacer campaña. Le pregunté | |
entonces si valía la pena hacer un esfuerzo por explicarnos mejor, hacer una campaña de | |
convencimiento de periodistas en nuestro método de campaña, o si así como estábamos veníamos | |
bien y mejor no hacer nada. “Venimos bien”, me contestó. Y estuve de acuerdo. | |
LUNES 8 | |
Una de las cosas que me tocó hacer en estos días fue escribir la plataforma electoral del frente | |
Cambiemos, que es el nombre con el que el PRO, la UCR y la Coalición Cívica se van a presentar a | |
las PASO de agosto. La semana pasada me perdí, porque estaba en Rosario, la reunión preliminar | |
sobre este asunto con los enviados de la UCR —a algunos de los cuales, como Esteban Schmidt, | |
conozco hace mucho tiempo—, pero rápidamente me puse al tanto y el viernes fuimos un rato con | |
Pablo Avelluto a la oficina de Esteban, en Palermo, a charlar sobre cómo íbamos a avanzar con el | |
documento. Nosotros ofrecimos un documento sobre valores compartidos (que a Jesús Rodríguez le | |
había parecido, en la reunión que me perdí, demasiado poco político) y los planes de gobierno que | |
se están haciendo en Pensar. Ellos ofrecieron el documento de respuesta de Jesús y unas páginas | |
ofrecidas por Rodolfo Terragno. Con todos esos ingredientes, sumados a otros documentos que | |
vienen dando vuelta desde hace un tiempo, me comprometí a tener un borrador de la plataforma | |
electoral en unos pocos días. | |
Para nosotros, la plataforma electoral ha sido en estos días poco más que una formalidad, un | |
documento obligatorio que el frente tiene que presentar antes del miércoles (pasado mañana) para | |
poder inscribirse en las elecciones. En la larga lista de formularios por llenar, firmas por recolectar | |
y apoyos por validar, la plataforma es uno más de ellos y, quizás sin querer, la tomamos como un | |
resabio de otra época y otra forma de hacer política, sin dudas señorial y respetable, pero con poco | |
contacto con la forma actual de los partidos de relacionarse con sus electores. Para los radicales, en | |
cambio, la plataforma electoral es un documento importantísimo, no sólo una declaración de | |
principios e intenciones que sintetiza su forma de ver la Argentina y el mundo, sino también una señal | |
de que se ha alcanzado una serie de consensos mínimos que actúa como garantía de que nadie sacará | |
los pies del plato ideológico: la plataforma representa las cosas en las que creemos. En el PRO, | |
siendo un poco injustos, creemos que a las plataformas no las lee nadie, o las leen solamente los | |
convencidos de la política, que ya saben a quién van a votar; los radicales quizás sospechan lo | |
mismo, pero románticamente o anticuadamente siguen dándole una importancia bastante superior. | |
Me puse a trabajar con Fernando Santillán, el director de la Fundación Pensar que mejor tiene en | |
la cabeza todos los avances en cada proyecto. Nos dividimos el trabajo: yo me voy a dedicar a la | |
introducción y la declaraciones de intenciones políticas, y él va a empezar a desmalezar la jungla de | |
políticas sectoriales y a elegir de cada áreas las visiones y propuesta que resulten atractivas pero no | |
sean confidenciales ni requieran una autorización política que todavía no tenemos. Dividimos esta | |
segunda parte en tres capítulos, siguiendo un poco la estructura organizativa de la fundación: | |
Inclusión Social (que incluye educación, salud, protección social y vivienda), Desarrollo Económico | |
(macroeconomía, infraestructura, políticas sectoriales) y Fortalecimiento Institucional (justicia, | |
seguridad, derechos humanos). Trabajamos primero en Balcarce pero después, porque se acerca la | |
fecha límite y en la oficina es difícil concentrarnos, trabajamos en casa, en la mesa del comedor, | |
intercambiando borradores y haciendo correcciones. A veces escribimos el texto desde cero, a veces | |
copiamos y pegamos los muy buenos textos que traemos desde los borradores de Pensar y a veces | |
usamos ideas tomadas de otros lados que esculpimos y apuntalamos hasta darles una forma más o | |
menos coherente. Me sorprendió en un momento, como pasa casi siempre en este tipo de proyectos, | |
darme cuenta de que aquello que había comenzado como una formalidad, más un castigo que una | |
oportunidad para decir algo interesante, se estaba convirtiendo en algo que poco a poco me había | |
conquistado y cada vez me entusiasmaba más. Una vez que ya estaba metido en esto, pensé, vamos a | |
hacerlo lo mejor posible. | |
Entregamos finalmente un borrador de siete u ocho páginas en cuyo primer párrafo nos pareció | |
importante (a Fernando y a mí) incluir la expresión “la felicidad personal de los habitantes de la | |
República Argentina”, un poco para copiar la famosa declaración de independencia de Estados | |
Unidos y otro poco para incluir algo de nueva política y siglo veintiuno en un género literario muy de | |
la vieja política y el siglo veinte. A Marcos el texto le pareció que estaba bien y se lo pasó a los | |
radicales, que lo devolvieron con unas pocas correcciones pero casi todas en el mismo sentido: | |
como si desconfiaran de las credenciales socialdemócratas y republicanas del PRO, habían agregado | |
acá y allá, especialmente en las enumeraciones, exhortaciones tradicionales del partido. Los cambios | |
sugeridos para el primer párrafo explican muy bien lo que estoy tratando de decir. El primer párrafo | |
que habíamos mandado nosotros decía: “Los miembros de la Alianza Cambiemos nos constituimos | |
como un espacio de acción política cuyo objetivo es impulsar el desarrollo económico, el | |
fortalecimiento de la democracia y la felicidad personal de los habitantes de la República | |
Argentina”. El primer error de este párrafo es el uso de la palabra “Alianza”, que nuestros | |
interlocutores radicales borraron prontamente. El texto que ellos sugirieron, y que nosotros | |
aceptamos sin problemas y es el que por lo tanto figura en la justicia electoral, es el siguiente: “Los | |
miembros de Cambiemos nos constituimos para impulsar el desarrollo económico, el fortalecimiento | |
de la democracia y el sistema republicano, la independencia de la justicia, la calidad de la | |
educación, la solidaridad social, y la felicidad personal de los habitantes de la República | |
Argentina”. Dentro de unos días, pasado el trámite oficial de inscripción del frente Cambiemos, la | |
UCR va a colgar la plataforma electoral en su página web y la va a promocionar en sus cuentas de | |
redes sociales. El PRO no va a hacer ninguna referencia a ella. | |
JUEVES 11 | |
Desayunamos ante la plana mayor de la Universidad Torcuato Di Tella en el campus de Núñez, | |
alrededor de una mesa cuadrada, mientras tomamos café y trato de evitar las medialunas que ponen a | |
nuestro alcance. Venimos otra vez a explicarnos ante un público del círculo rojo, cuyos miembros a | |
veces quieren entender genuinamente por qué tomamos tal o cual decisión y otras veces sólo parecen | |
querer decirnos que somos unos giles. Llegamos acá por canales relativamente informales, y la | |
intención es que la reunión mantenga ese tono: Marcos y Ernesto Shargrodsky, el rector de la UTDT, | |
mandan a sus hijos a la misma escuela privada progresista de Palermo, y a veces se ponen a | |
conversar en la puerta, cuando los dejan o pasan a buscarlos. Por eso vinimos Marcos, Pablo | |
Avelluto, Iván Petrella y yo a conversar y, supongo evacuar dudas. (Marcos es graduado de la UTDT, | |
donde estudió Ciencias Políticas. Pablo, Iván y yo dimos todos clases acá en el último año.) | |
Empezamos hablando de las declaraciones reciente de Mauricio contra los fondos de inversión y | |
el círculo rojo, a los que acusó de no saber nada de política electoral. Marcos recordó que varias | |
veces hicimos lo contrario de lo que los amigos (como ellos) nos sugerían o reclamaban y que casi | |
siempre nos fue bien: la más importante de esas ocasiones, la decisión de bajar a Mauricio de la | |
elección presidencial de 2011, se hizo en contra de la opinión de casi todo el mundo. “Yo no sé | |
vender petróleo, no te digo cómo vender petróleo”, dice Marcos en un momento, imaginando un | |
diálogo. “Vos no sabés ganar elecciones, no me digas cómo ganar elecciones”. | |
Anoto una explicación que da Marcos sobre por qué decidimos no hacer un acuerdo con Massa. | |
No la había escuchado y creo que me puede servir para reflotarla en los próximos días. Dice | |
Marcos: “Si vos matás la mística del cambio y te basás en el aparato, donde perdés diez a uno contra | |
ellos, perdés todo”. Lo único que tenemos es el cambio y la mística del cambio. Y es así: lo creo | |
éticamente y lo creo electoralmente. A la mística, por supuesto, hay que sumarle reflexión, tecnología | |
y organización para contrarrestar el peso del aparato, especialmente en las zonas más ariscas del | |
conurbano. Pero si jugamos a medir, de la mano de Massa, quién tiene el aparato más grande, | |
hacemos dos cosas mal: una es que perdemos; la otra es que nos traicionamos. | |
Los profesores que nos escuchan, algunos muy conocidos, otros más jóvenes, nos corren por | |
izquierda y por derecha. Y por vecinalistas. Juan Tokatlián, por ejemplo, cita la fallida aventura | |
presidencial de Sergio Fajardo, el exitoso alcalde de Medellín que no pudo saltar al escenario | |
nacional colombiano. ¿No les puede a pasar a ustedes lo mismo? Fernando Navajas, economista de | |
FIEL y profesor de economía, dice que nuestra decisión de ir a las elecciones por nuestra cuenta, sin | |
más alianzas de las que ya tenemos, le parece cute, pero que necesitamos algo de vigor peronista | |
para llegar a octubre. Un rato más tarde, mientras subimos al auto, recordaremos el cute de Navajas | |
con risa y rabia. | |
La reunión es cordial y en buenos términos, pero se mantiene el tenor habitual en el círculo rojo de | |
que todo el mundo se siente confiado como para darnos consejos u órdenes sobre qué tenemos que | |
hacer o no hacer. No sé bien por qué ni si es un problema verdadero, pero no me los veo a estos | |
mismos personajes dudando de la estrategia electoral de, por ejemplo, Margarita Stolbizer, Sergio | |
Massa o, mucho menos, Daniel Scioli. Quizás porque somos herbívoros o porque no le damos bola a | |
nadie, la gente se siente compelida a darnos su opinión sobre el partido o los candidatos. | |
Algo que le escucho a Marcos por primera vez, y que me hace bastante gracia, es la comparación | |
de los partidos argentinos con religiones. Los radicales y los socialistas santafesinos son cuáqueros, | |
austeros y cerrados, una religión transmitida vía sanguínea de generación en generación; los | |
peronistas son católicos, con sus santos, sus demonios, su liturgia y su carácter universal y | |
verticalista; el PRO, en cambio, es poco respetuoso de las jerarquías, descentralizado, basado en el | |
entusiasmo y el contagio. Como las iglesias evangélicas. | |
A la tarde, importante encuentro de economistas en la sala de conferencias del ministerio de | |
Desarrollo Económico. Les toca exponer sus planes a Eduardo Levy Yeyati, el abanderado de los | |
gradualistas, y a Carlos Melconian, el más vocal (aunque él nunca se llamaría así) de los | |
shockeadores. Es un día importante, porque se supone que veremos desplegadas y en pantalla las | |
ideas de cada uno, y que el público (Frigerio, Sturzenegger, Braun, Cabrera, Aranguren, etc.) podrá | |
tomar una mejor decisión sobre hasta dónde mover la perilla de la urgencia y el ajuste en el caso de | |
que les toque hacerse cargo de la economía del país. | |
Aunque se me escapan algunas telarañas abstractas de los programas que presentan, y me embola | |
cuando se enroscan con cuestiones metodológicas, tiendo a sentirme más cerca de Levy Yeyati y los | |
gradualistas. En parte por cuestiones políticas y de comunicación: como ya le dijo Durán Barba a | |
este grupo hace un mes o dos, es muy difícil para un presidente sacarse la etiqueta de “ajustador”, es | |
decir, que del ajuste no se vuelve. Y lo creo de verdad. Creo, además, que la candidatura de | |
Mauricio tiene que hacer todo lo posible por evitar ser etiquetada como “noventista”, y la mejor | |
manera de evitarlo no es maquillando su noventismo sino directamente no siendo noventista. Pero | |
también veo que ideológicamente estoy más cerca de los gradualistas que de los ajustadores: creo | |
que es más urgente —aunque por supuesto está todo relacionado— bajar la inflación que bajar el | |
déficit, más urgente volver a crecer que alcanzar el grado de inversión. | |
Para Levy Yeyati, “primero hay que bajar la inflación”. Ofrece devaluar sólo un poco, no más del | |
10% en 2016 y otro tanto en 2017. “¿Qué tan atrasados estamos?”, pregunta. Y se responde: “Es | |
difícil de decir. Si le preguntás al textil, te va a decir que quiere un dólar a 25 pesos”. Propone | |
anunciar rápido un cronograma de apertura del cepo, un programa monetario que baje la inflación | |
paulatinamente y que el Banco Central deje de financiar al Tesoro. Levy Yeyati hace su exposición | |
con un lenguaje corporal extraño, mostrando una incomodidad física que probablemente refleje una | |
incomodidad interior. Lleva varios días diciéndome que se siente incómodo en este grupo, una | |
especie de sapo de otro pozo, el único gradualista en un mar de tiburones ajustadores. No es verdad: | |
la mayoría de los que están sentados acá valoran mucho su presencia y les gustaría creer en todo lo | |
que dice, pero Eduardo no es un gran vendedor de sí mismo. O por lo menos no lo es hoy. Cuando | |
termina su exposición, sorprendentemente, se va. | |
Melconian, sin bigote y con el pelo más corto (“el peluquero siguió cortando esperando que yo le | |
dijera basta, porque el pelo largo, me dijo, ya no se usa más”), no dice nada en contra del | |
gradualismo, pero el título de su presentación es elocuente: “Cambio de régimen de política | |
económica”. Su idea clave es que las cosas están peor de lo que parecen y que la economía lleva | |
cargada adentro una inercia muy peligrosa, poco visible hasta ahora pero que hay que atacar apenas | |
se pueda. Lo que anuncia no es un gran plan sino, como dice él mismo, un “plancito inconsistente”. | |
Para Melconian, el Banco Central está quebrado y el sistema energético está en estado de | |
emergencia. Dice que Levy Yeyati, “una lástima que se haya ido”, fue demasiado optimista con la | |
situación fiscal y con las reservas. “Lo que tenés que saber es que a fin de año te van a faltar | |
doscientas cincuenta lucas”, dice Melconian, refiriéndose a 2016 y a 250.000 millones de pesos. | |
Hay momentos en los que, un poco perdido en el ping pong de conceptos, me fascino con la jerga, | |
especialmente la de Melconian, que mezcla tecnicismos con metáforas futboleras y con diálogos | |
imaginarios. “Yo le contesto a Federico que ha dicho algo coherente”, dice Melco en un momento, | |
respondiéndole a Sturze. “Le contesto: ’Sí, pero si 200 palos los vas a emitir por el agujero fiscal, | |
define lo monetario…” Interrumpe Sturze: “La diferencia clave que yo veo es que vos tenés un | |
exceso de 1.4 de lo que llamás inercia fiscal. Entonces tu programa fiscal que vos armás, combinado | |
con el de Nico [Dujovne], te deja un déficit más grande del que habíamos pensado nosotros, que | |
decís, bueno, esto lo financiamos con inflación, hay que mirarlo en detalle”. Asiente Melconian: | |
“Quiero decir dos cosas: primero, sí, tenemos que mirarlo en detalle. Segundo, juego una cena a que | |
los números esos son optimistas, pero no importa. Cuatro puntos de golpe como están hechos ahí | |
tenés que ir a bajarlos”. Alguien ve una línea descendente en su presentación y le dice que está | |
bajando la deuda en Lebacs: “¡Porque están desesterilizando!”, responde Melconian. “Yo les dije | |
que sí porque esto daba 37 hasta hace un tiempo. Ahora que han empezado a desesterilizar para | |
poder emitir, nos están sacando un quilombo de encima. Yo prefiero que emitan todo eso y que me | |
dejen en cero acá”. Melco lleva un dedo hasta el televisor donde está su presentación y hace una | |
pausa. Nadie dice nada. “Vamo’ al programa financiero”, anuncia. | |
Me gusta casi siempre lo que dice Mario Quintana, el dueño de Farmacity. Quintana es un tipo | |
bajito, morocho, de unos 50 años, que hizo su guita él mismo, con un fondo que compra empresas, las | |
hace crecer y después las vende, y que encara los problemas siempre desde una perspectiva distinta | |
a la de los economistas. Mira, en general, un panorama más amplio. Es, por ejemplo, uno de los | |
pocos que le recuerdan al resto de la mesa sobre los riesgos políticos “enormes” de un posible ajuste | |
e insiste con una idea que puede ser potentísima: los mercados le van a tener paciencia a Macri. | |
Después de tantos años erráticos y hostiles, los empresarios y los financistas van a entender si el | |
próximo gobierno debe hacer una transición lenta hacia la normalización de la economía. Mucha más | |
paciencia que la gente común o el círculo rojo si MM toma medidas que perjudican el salario real o | |
el crecimiento de la economía. Después sintetiza bastante bien las diferentes posturas que hemos | |
estado teniendo en estas semanas de debate: “No hay duda de que en el largo plazo queremos todos | |
lo mismo”, dice Quintana cuando ya es de noche y nos preparamos para irnos. “La pregunta es cómo | |
salimos del desastre que nos dejan. Ahí es donde todavía no estamos de acuerdo”. | |
LUNES 15 | |
Anoche me quedé hasta casi las cuatro de la mañana refrescando el navegador de la computadora, | |
observando el avance glacial del escrutinio de las elecciones en Santa Fe. Hasta esa hora se seguían | |
abriendo mesas, cada una de las cuales modificaba un poco para allá o para acá los alrededor de | |
2.000 votos (o 0,1% del total) que le sacaba Miguel Lifschitz a Miguel Del Sel para la gobernación. | |
Y que, lamentablemente, todavía le saca. | |
Fue una noche rara, por la paridad del escrutinio, y bastante frustrante, porque nosotros | |
confiábamos hasta el viernes en una luz de ventaja, aunque cada vez más menguante, para Miguel | |
sobre el candidato socialista. Nos jode no haber ganado (aunque todavía creemos que estamos a | |
tiempo, si lo dan vuelta un recuento o los 100.000 votos no mirados) y nos jode una sensación, como | |
hace un rato me decía Ezequiel Colombo en el subsuelo de Balcarce, de que todavía nos falta | |
empaque para ser un partido nacional capaz de ganar las elecciones. “Si ganamos en octubre va a ser | |
un milagro”, decía Ezequiel, riéndose un poco. “Y no sólo un milagro político”. Tenemos entonces | |
esta sensación de que en el barro de las noches eleccionarias todavía hay algo que nos falta. A mí me | |
irrita un poco meterme en este terreno porque se empieza a hablar de fiscales y de aparatos y de | |
posibles irregularidades en los rincones oscuros de los conurbanos provinciales y empiezo a sentir | |
que es otro idioma: ¿por qué, si se sugiere que faltó fiscalización, se cree que el partido más | |
responsable es el robado y no el robador? Entiendo que el sistema funciona así, pero me resulta | |
imposible no deprimirme porque se da por sentado el micro-fraude y porque sus responsables no | |
están cometiendo un delito ni traicionando a la democracia sino, solamente, “haciendo política”. | |
En Balcarce hay poca gente, porque muchos de los que fueron a Santa Fe todavía no volvieron, | |
pero el clima es, como no podía ser de otra manera, de derrota. Se sigue laburando en la minuta y la | |
burocracia del cierre de listas, que tiene un trabajo de alta política ahí arriba y una tremenda | |
minuciosidad de abogados y apoderados ahí abajo. Me siguen llegando mensajes de periodistas | |
preguntándome cómo viene el cierre de listas, si Fernando Niembro va a ser candidato, si ya está | |
decidido que Marcos va a ser el candidato a vicepresidente, si no nos arrepentimos de no haber | |
cerrado con Massa ahora que el candidato de Massa sacó el 3% en Santa Fe y sus votos le habrían | |
dado la victoria a Del Sel. (Sobre esto último: Santa Fe es una provincia rarísima, muy difícil de | |
nacionalizar, y donde no está nada claro a quién pertenecen los votos. Los votos del Cachi Martínez, | |
el candidato de Massa, perfectamente podrían haber ido a Omar Perotti. Marcos me decía hoy por | |
teléfono que un cuarto de los votantes de Lifschitz votan a Mauricio para presidente y que un tercio | |
de los votantes de Del Sel no votan a Mauricio para presidente.) Contesto lo que sé y lo que puedo, | |
que en esta etapa de cierre de listas no es mucho: una parte de mí quiere que se terminen las | |
elecciones provinciales y se definan finalmente los candidatos, para que podamos volver a | |
concentrarnos en conseguir votos para MM, que es lo que sabemos hacer bien. | |
VIERNES 19 | |
“Palpito que ganamos, ¿vos?”, me escribe Pablo Avelluto a media mañana. Advertido por un editor | |
de Clarín, que me había contado que Gabriela estaba yendo para la casa de Mauricio, le respondo: | |
“Palpito que perdemos”. Una hora después, MM anuncia que Gabriela va a ser su candidata a | |
vicepresidenta. | |
Cito esta conversación no para fanfarronear sino para mostrar cómo estuvo todo el equipo de | |
campaña en ascuas hasta el último momento (Marcos se enteró de la decisión anoche a las 11) y | |
cómo la posible candidatura de Marcos, que al principio nos entusiasmaba pero no nos volvía locos, | |
se había transformado con las semanas en una especie de causa para los que trabajamos con él. A la | |
tarde, cuando lo vemos en Balcarce, Marcos dice primero que está tranquilo, que la reacción | |
positiva al anuncio de la fórmula lo lleva a pensar que probablemente Mauricio hizo bien al no | |
elegirlo; y dice después que está aliviado, que las presiones de los últimos días habían sido | |
insoportables y que está contento de que, aun cuando las cosas se decidieron en la dirección opuesta | |
a sus deseos, por fin se hubiera terminado la incertidumbre y podamos ahora volver a hacer | |
campaña, que es lo que mejor nos sale. “Era un poquito demasiado audaz”, dice, para explicar la | |
decisión de Mauricio de no darle la vicepresidencia. Habíamos sido audaces todo el año, | |
rechazando a Massa, presionando a los radicales, negándonos a hacerle caso a nadie: quizás hacerlo | |
otra vez hubiera sido ir demasiado lejos. | |
¿Por qué se multiplicó la presión del círculo rojo en los últimos días? Una teoría que tiramos en la | |
mesa es que la desaparición de Randazzo y la designación de Zannini como vice de Scioli, hace dos | |
días, pusieron en alerta a los sectores influyentes, que mantenían a Scioli como back up. Preferían a | |
Macri, pero Scioli, hasta el miércoles a la tarde, no les parecía tan grave. Ahora, en cambio, viendo | |
que un triunfo de Scioli sería también un triunfo de Cristina y Kicillof y toda la banda, pusieron al | |
máximo la hornalla de la presión para asegurarse de que el PRO no hiciera un experimento extraño. | |
Si fue así, lo consiguieron. | |
El que se emociona, un rato más tarde, es Miguel de Godoy. “En lo personal pienso que esto es una | |
cagada. Y estoy seguro de que muchos de ustedes también. Nos enorgullecemos de que Marcos haya | |
sido considerado, y lamentablemente no pudo ser. Pero todos los que estamos acá empezamos en esto | |
por Mauricio Macri Presidente y eso no cambió. El objetivo sigue siendo el mismo. Más doloridos o | |
menos, tenemos que saber que estas cosas pasan y que así es la política”. Las palabras de Miguel | |
reflejan el estado de ánimo del edificio, o por lo menos de las personas con las que me encuentro y | |
que participan de la reunión: teníamos muchas ganas de que Marcos fuera candidato a vice pero de | |
una manera un poco extraña la sensación predominante es el alivio, creo que por dos cosas: una es | |
que, como dice Marcos, la reacción a la candidatura de Gabriela ha sido favorable casi | |
unánimemente y que por ahí tenían razón quienes nos decían que Marcos habría sido una jugada | |
demasiado arriesgada; el otro alivio es porque se acerca, por fin, el cierre de listas, que nos tiene de | |
acá para allá desde hace varias semanas, desenfocados, distraídos, sin hacer lo que verdaderamente | |
sabemos hacer o nos gusta hacer, que es hacer campaña. No vemos la hora de que empiece la semana | |
que viene y salir otra vez a la cancha. | |
LUNES 22 | |
La conclusión del fin de semana se la hizo esta mañana Mauricio a Marcos. “Si hace dos años nos | |
hubieran dicho que íbamos a cerrar listas como única fuerza de oposición, con capacidad para meter | |
37 diputados y ocho senadores, firmábamos contentos de la vida”, le dijo. Un espíritu parecido se | |
respira en Balcarce, donde todavía hay ecos del rocambolesco cierre de listas, el sábado a la noche, | |
cuando se confirmó que Cristina finalmente no estará en las listas, que Massa sigue siendo candidato | |
y que las dos fórmulas del FPV en la provincia de Buenos Aires no podrían ser mejores para | |
nosotros. “Y otro punto importante: Sabbatella es odiado por los barones del conurbano. Eso se | |
puede poner divertido”. Nosotros cerramos bien, pero seguimos débiles en Merlo, Moreno, José C. | |
Paz y Malvinas Argentinas, algunos de los municipios más importantes del conurbano. En la mayoría | |
de las provincias, en cambio, hicimos arreglos buenos o razonables, con candidatos más o menos | |
potables, en alianzas más o menos tiradas de los pelos. La sensación que más tenemos que tener, y | |
tratamos de tener, es que hoy empieza la campaña otra vez. O que hoy empieza la campaña de verdad | |
y que todo lo que hicimos hasta ahora fue una preparación para los 49 días que faltan hasta las PASO. | |
Una cosa que me gustó que dijo Marcos hoy en una reunión con Ernesto Martelli, el gerente de | |
marketing de La Nación (y ex director de Rolling Stone), fue que un mes de funcionamiento de | |
nuestra campaña cuesta lo mismo que dos días de los carteles gigantes que tuvo Massa casi todo el | |
año pasado en la vía pública. Nuestra campaña basada en el contacto individual —físico o | |
tecnológico— no sólo es mejor para nuestra estrategia y para, creemos, llegar con nuestro mensaje a | |
los votantes. También es mucho más barata. O por lo menos mucho más eficaz para lograr resultados | |
con un presupuesto determinado. En los relatos que se han hecho en estas semanas sobre el deterioro | |
de Massa, esto se menciona poco. Se dice mucho que Massa, al revés que Scioli y Macri, no tenía | |
una gestión de gobierno importante sobre la cual pararse para mostrar logros y mantenerse ocupado. | |
(A mí me sigue costando ver la veracidad de este argumento: cuando llegué a Argentina, el año | |
pasado, se lo usaba para decir lo contrario: la ausencia de un territorio a cargo le permitía a Massa | |
ser más libre que Macri y Scioli, a quienes les pesaba el trajín de la gestión cotidiana de sus | |
gobiernos.) Se dice también, aunque menos, que el discurso de Massa daba bandazos de un lado para | |
el otro: obsesionado con la actualidad, siempre tenía una opinión contundente sobre el tema del día. | |
Eso le quitó consistencia y lo transformó, durante varios meses (creo que hace un tiempo está más | |
calmado) en una parodia de sí mismo, más parecido a su imitador en Showmatch que al Príncipe | |
Massa posterior a su triunfo de 2013. Se dice aún menos, y me gustaría que se dijera más, que la | |
estrategia de Massa de sumar dirigentes como un atajo para sumar votantes careció del alcance o la | |
duración que le habían pronosticado en su apogeo. Esto es una opinión personal, pero creo que el | |
reclutamiento de Raúl Othacehé, el intendente de Merlo, fue el punto de inflexión en el rendimiento | |
de esta estrategia. Massa vio en el desprestigiado Othacehé casi 300.000 votos. Muchos, en los | |
medios y en el ámbito políticos, vieron que Massa era capaz de sumar a cualquiera, que su Frente | |
Renovador no tenía una identidad por encima del más puro pragmatismo. Hablé un par de veces | |
sobre este tema con Eduardo Amadeo, que estuvo casi un año con Massa y empezó a perder el | |
entusiasmo el día de la llegada de Othacehé. Cuando le dijo a Massa que le parecía una mala idea, | |
Massa le respondió: “A Othacehé no lo conoce nadie”. Y Amadeo le respondió, según su propio | |
relato: “Puede ser, pero mirá de qué van a hablar las radios mañana”. Y tenía razón: a partir de ahí, | |
me parece, el mundo político, que admiraba la ambición y el crecimiento de Massa, empezó a | |
desconfiar de él. | |
Lo que se dice menos todavía es que Massa gastó muy mal su plata. A pesar de ser un político | |
joven, supuestamente cercano a las nuevas tendencias, hizo campaña y eligió sus prioridades como | |
un político dos generaciones mayor. En cambio nosotros, como le contó Marcos a Martelli, a quien | |
conozco hace varios años y a quien le debo, al menos en parte, mi debut como columnista en La | |
Nación, logramos que los candidatos del interior que se suman al PRO nos pregunten no cuándo sale | |
la gacetilla de prensa o cuándo salen los carteles con su cara en la avenida principal del pueblo. Nos | |
preguntan: “¿Cuándo sale el post de Mauricio en Facebook?” | |
MIÉRCOLES 24 | |
Los primeros días de la nueva campaña están siendo más complicados de lo que habíamos previsto. | |
La demanda de organización y aceleración es gigantesca, y no sé si estábamos preparados para | |
afrontarla. Hay que hacer las cosas mucho mejor que antes, a pesar de que antes las estábamos | |
haciendo (creo) bastante bien, y el descubrimiento de este salto le ha dado al equipo una atmósfera | |
algo extraña. El primer cambio en el equipo de discurso es que creamos una “mesa de noticias” para | |
responder más rápido a los temas de actualidad que aparezcan en los medios: a las siete de la | |
mañana nos mandan los temas principales que están girando por las radios, algunos tomados de los | |
diarios, y entre varios escribimos nuestras propuestas de respuesta por email. A alrededor de las 10, | |
Juli Herrero arma una síntesis con lo mejor de nuestra producción, se la manda a Marcos, que la | |
aprueba o la corrige, y se manda después a la base de datos de voceros. El primer desafío fue | |
escribir sobre los holdouts: ¿cuánto decimos? ¿Qué tan específicos podemos ser en nuestra | |
respuesta? A mí me habría gustado que fuéramos más específicos y más directos, pero Marcos creyó | |
que una idea mía era demasiado arriesgada. “No queremos más titulares sobre este tema”, escribió, | |
sobre los holdouts, la mañana siguiente a que una respuesta de buena fe de Gabriela en televisión fue | |
sacada de contexto y reproducida mil veces. | |
De golpe tenemos todos los cañones del oficialismo apuntando sobre nosotros. Quizás | |
esperábamos que esto ocurriera recién el 10 de agosto, pero la desaparición de Randazzo del mapa | |
electoral y la definición de la fórmula gubernamental, con Scioli y Zannini, aceleró los procesos. | |
Cada cosa que decimos corre el riesgo de ser desmenuzada y acogotada y pinchada a ver si confiesa | |
la verdad última de lo que quieren que digamos, es decir, que somos neoliberales, noventistas, que | |
venimos a destruir la vida de los argentinos y a restaurar un modelo para pocos. Admito en privado, | |
pero me cuesta decirlo en las reuniones, que estoy un poco cansado de estar a la defensiva y de | |
escribir respuestas diseñada para evitar errores. No me quiero pasar estos tres meses negando que | |
somos unos ogros, porque 1) estoy convencido de que no lo somos, y 2) no quiero que nos pasemos | |
la campaña entera hablando el lenguaje de nuestros rivales, admitiendo sus marcos de referencia, | |
repitiendo todos los días “¡no somos antipueblo!” Supongo que es uno de los problemas derivados de | |
la polarización: si ellos defienden al pueblo y a la patria, nosotros caeremos naturalmente, a menos | |
que hagamos lo posible por evitarlo, en el rol de ser antipueblo y antipatria. | |
Hoy tuve varias conversaciones uno a uno con personas más o menos importantes dentro de la | |
campaña. Casi todos tenían quejas sobre la situación actual. Uno creía que las listas que habíamos | |
presentado el sábado no representan al partido joven y moderno que pretendemos ser. “No podemos | |
permitir que nos vuelva a pasar en 2017”, me dijo esta persona, que prefiero no nombrar, en el | |
Starbucks de Perú y Avenida Belgrano. “Va a haber que nombrar a alguien con autoridad para elegir | |
candidatos que representen el futuro del partido y no, como hicimos ahora, permitir que demasiada | |
gente meta mano y terminen poniendo en las listas a sus amigos o a tipos que ya dieron lo mejor de | |
sí”. Un tipo incluido en una de las listas, que no es joven pero está teniendo una segunda vida | |
política, se mostró agradecido, mientras almorzábamos en Café Rivas, por la oportunidad, pero me | |
dijo que la organización de las visitas y los recorridos de campaña podría ser mucho mejor y estar | |
mejor organizado. Aparentemente cada uno va por su lado, sin coordinarse ni preguntarles mucho a | |
los otros. A la noche, en Balcarce, donde a veces me quedo trabajando porque es la hora en la que | |
mejor puedo concentrarme, sin el ajetreo del resto del día, y en la que también, me di cuenta, a veces | |
ocurren las mejores charlas, un coordinador del equipo de comunicación me dijo que estaba algo | |
decepcionado con el nivel de compromiso de algunos de sus compañeros y de sus subordinados. | |
“Falta mística”, me dijo. “Hay alguna gente que está desesperada por ganar, pero hay otros, tengo la | |
impresión últimamente, de que toma esto como un trabajo y no lamentaría demasiado perder. Gente | |
que, por ejemplo, no detecta problemas ni hace el esfuerzo por mejorar los procesos en los que están | |
involucrados. Y no se dan cuenta de que este es el mejor laburo que van a tener en mucho tiempo, | |
quizás por el resto de sus vidas”. | |
VIERNES 26 | |
En el Salón de Acuerdos de Parque Patricios, mientras comemos arroz strogonoff de unos bols de | |
plástico y tomamos Coca-Light en copas de vidrio, Roberto Zapata, que acaba de volver de otra gira | |
por el país, explica sus resultados. Esta vez su foco fueron las personas con buena imagen de Macri | |
pero que por alguna razón no lo votan, alrededor del 24% de la población. ¿Cómo se llega a esas | |
personas? No es igual en todo el país, pero Zapata cree que todavía hay una desconfianza o un miedo | |
a que la candidatura de Macri venga a quitar algo que la gente ya tiene. Muchas de estas personas | |
creen que el cambio no es posible, aun cuando están de acuerdo con el tipo y la necesidad del | |
cambio: “Hay que borrar del horizonte ese escepticismo”, dice Zapata. “Y en el conurbano ese | |
escepticismo revolotea con especial intensidad”. | |
De las ideas minuciosas y siempre bien estructuradas de Zapata, me quedo especialmente con dos, | |
que van a ser muy importantes en las próximas seis semanas hasta las PASO. Una es que los atributos | |
positivos de Scioli, un histórico de los grupos focales que siempre nos parecían frustrantes porque | |
nos costaba entenderlos, han desaparecido después del anuncio de la fórmula con Zannini. Durante | |
años Zapata les preguntó a los argentinos qué opinaban sobre Scioli y, a pesar de la mala percepción | |
de su gestión o de las continuas humillaciones a las que era sometido por sus socios políticos, la | |
gente seguía considerándolo un buen tipo, un hombre de bien, un hombre con el talante necesario para | |
ser presidente. Ahora, en cambio, prevalece la percepción de que Scioli se ha convertido en un | |
títere, un tipo incapaz de influir en sus propias listas y, mucho peor, influir en la elección de su | |
propio vicepresidente. Esto es una oportunidad gigantesca para nosotros. | |
La otra idea interesante es que en las mentes de estos votantes intermedios (aunque no indecisos, | |
porque algunos ya tienen su voto decidido) conviven dos percepciones simultáneas sobre Mauricio | |
Macri. Convive la idea que habían tenido durante años (la del empresario que no piensa en los | |
pobres, sus actitudes de clase alta, identificado con la década del 90) con esta nueva imagen de | |
Mauricio como gestor exitoso de la ciudad de Buenos Aires y que visita casas de familia y está | |
dispuesto a escuchar lo que la gente tiene para decirle. ¿Cuál es el Mauricio verdadero? Nuestra | |
capacidad para influir en esta respuesta en los próximos meses será vital para el resultado de la | |
campaña. | |
Cuando termina de hablar Zapata, toma la palabra Jaime, de quien esperamos que nos dé el nuevo | |
evangelio estratégico, o por lo menos su visión de la situación después del cierre de listas, la | |
aparición de Zannini y la acelerada polarización de la campaña. Varios de los que estamos sentados | |
acá esperamos una señal en este sentido, o por lo menos algo de claridad después de las señales | |
dispares que hemos recibido en la semana. Además de Marcos, Santiago Nieto y Joaquín Mollá, que | |
está pasando cada vez más tiempo en Buenos Aires, estamos Pablo Avelluto, Andrés Gómez, Julieta | |
Herrero, Ezequiel Colombo, Mora Jozami, Fernando de Andreis, Miguel de Godoy y yo. Son las dos | |
de la tarde y nuestro plan es estar acá hasta las cinco, tratando de llegar a conclusiones lo más finas | |
posibles sobre cómo sintonizar el discurso de Mauricio y los otros candidatos en el futuro cercano. | |
Vamos a llegar a algunas conclusiones y otras quedarán en el aire, pero todos vamos a tener la | |
oportunidad de decir lo que pensamos y entender mejor lo que piensan los otros. | |
Jaime no llega con un evangelio pero sí con una idea clara, que en general aceptamos como | |
acertada. El eje central de la campaña no tiene que ser Mauricio vs. Scioli sino Mauricio vs. | |
Cristina. En parte porque es lo que ya está ocurriendo y porque es lo que decidió la propia Cristina. | |
O sea que tampoco tiene sentido negarse a un proceso que está en camino y en ascenso. Y la otra | |
razón es porque, siguiendo las conclusiones de Zapata, tenemos que tratar de evitar devolverle a | |
Scioli los atributos positivos perdidos por la designación de Zannini. La humillación de sus socios le | |
quita personalidad a Scioli; pero si lo humillamos nosotros, se la devolvemos. Le haríamos un gran | |
favor. “Tony Schwartz decía hay que jugar con la mente del elector tal como está”, cita Durán en un | |
momento. “La gente no cree que Scioli haya sido mal gobernador. No importa lo que pensemos | |
nosotros”. | |
Polarizar, de todas maneras, no quiere decir confrontar. “No es Ella o Vos, como decía el | |
Colorado [De Narváez]”, explica Jaime. Lo que aparentemente queda claro de la investigación de | |
Zapata es que mucha de esta gente que no ama ni odia a Mauricio tampoco odia ni ama a Cristina. | |
Pero no quieren que siga. Ni ella ni su gobierno. ¿Cómo encenderlos entonces para que se alejen del | |
gobierno y se acerquen al PRO? Acá Jaime hace una pausa y, ante nuestra moderada sorpresa, | |
pregunta, más retóricamente que de otra manera: “¿Y qué si subimos un decibel la agresividad? Algo | |
así como ‘Basta, necesitamos un cambio’”. | |
Ahí empezamos un largo debate sobre qué queremos y qué no queremos cambiar sobre lo que | |
venimos haciendo hasta ahora. Nadie lo dice, pero existe la sensación de que, consolidada esta | |
polarización, no podemos seguir haciendo lo que veníamos haciendo. Hace un mes Mauricio salía a | |
pasear al perro Balcarce y le daban bola un par de miles de personas en Facebook. Si lo hace otra | |
vez en agosto o en septiembre, va a tener 700 cámaras siguiéndolo de un lado a otro. Sabiendo esto, | |
Marcos hace una advertencia. Está claro que tenemos que ampliar o escalar o agregarle capas a | |
nuestro discurso, pero nos recuerda que no deberíamos arriesgar o rein ventar el Mauricio Macri | |
cercano, humano y honesto que con tanta paciencia construimos en el último año y medio. | |
Santiago Nieto, dándole pitadas a su cigarrillo electrónico (hay dos cigarrillos electrónicos en la | |
mesa: el otro es el mío), agrega que si queremos darle algo de contenido al cambio, quizás | |
necesitemos agregarle contenido a la identidad de MM. “Hasta ahora el cambio era abstracto, cada | |
uno podía proyectarle encima lo que quisiera”, dice Santiago. “Ahora quizás llegó la hora de ser algo | |
más específicos”. Alguien recuerda que Cristina, en su enésima cadena nacional del año, dijo ayer | |
que al país no se lo gobierna “con chamuyo y globitos”, en clara alusión al PRO, sino con “números | |
y gestión”. Es tan evidente el cinismo de la presidenta, cuya gestión despreció los números y la | |
gestión en favor del chamuyo (el relato, la batalla cultural, el legado simbólico), que rápido nos | |
distraemos en un par de chistes. Y Marcos dice que Mauricio, cuando oye estas cosas, “se saca”, | |
quiere responder. Quiere decir lo que todos pensamos, pero hemos preferido guardarnos. | |
Joaquín, que es el que nos recuerda quiénes somos cuando empezamos a alejarnos del camino, | |
muestra algo de escepticismo sobre la propuesta duranbarbista de subir el volumen. “Siempre | |
quisimos ser los buenos, ser el corazón. Si subimos la discusión un nivel, no sé si podemos serlo. | |
Creo que podemos empezar a correr el riesgo de que nosotros y Mauricio empecemos a parecernos | |
al resto de los políticos”. Un dilema fundamental que tenemos es si subir el volumen se convertirá en, | |
como dicen los gringos, una slippery slope, o pendiente resbaladiza: es decir, subís un poquito el | |
volumen un día y a los tres o cuatro días, porque un candidato salteño a diputado provincial o un | |
intendente bonaerense recién llegado se creyeron con permiso para decir cualquier cosa, tenés el | |
volumen fuera de control. ¿Podemos permitirles a Mauricio y los candidatos principales afinar el | |
discurso cuidadosamente, bajo nuestra guía, e impedirles lo mismo a cientos de otros candidatos? No | |
parece fácil. | |
En un momento Jaime plantea un escenario ideal para las PASO en las que no ganamos sino que, | |
contraintuitivamente, perdemos por poco. En este escenario Scioli y Zannini arañan el 40% y | |
Mauricio los corre desde no muy lejos, seis o siete puntos detrás. “Si esto ocurre, en octubre es | |
posible que se nos sumen, además de los votos de Sanz y Carrió, los de Massa y Stolbizer”, dice. Las | |
encuestas siguen dando que hay un 60% de argentinos que quieren una derrota de los Kirchner. | |
Perdiendo por poco, asustamos a todos los que no los votan. En cambio, si ganáramos las PASO, | |
todos estos votantes, a quienes eventualmente siempre necesitaríamos, podrían seguir jugando con | |
sus candidatos en la primera vuelta. | |
“¿Queremos ser David contra Goliat?”, pregunta Joaquín. “Sí, pero acordémonos que David fue a | |
pelearle a Goliat”, responde Jaime, cuyo escenario favorito, a lo largo de su carrera, ha sido siempre | |
el de llegar desde atrás y sorprender en la última recta. Marcos cita entonces a Malcolm Gladwell, | |
que en su último libro recuerda que David, aunque más chiquito y menos fuerte que Goliat, tenía | |
mejor tecnología, porque era un artillero. Su enemigo, aunque gigante, era miembro de infantería, su | |
radio de acción nunca llegaba demasiado lejos. Nos encanta la historia porque siempre nos gustan las | |
historias donde salen mejor parados aquellos que tienen mejor tecnología, pero para Marcos la | |
moraleja es otra. “Copiemos la irreverencia de David hacia Goliat”, dice. “Ridiculicémoslos, | |
digámosles que tienen aparato pero que les vamos a ganar igual, que tienen aparato pero son | |
anticuados, rígidos, poco móviles”. | |
SÁBADO 27 | |
Jorge Macri ha vivido una conversión. Percibido hasta hace no mucho como un político de formas | |
tradicionales, casi más cerca de la manera de hacer política de Sergio Massa que de la de su propio | |
primo (eso se decía), se ha vuelto, desde su nombramiento como jefe de campaña de María Eugenia | |
Vidal en la provincia, en un entusiasta y experto propagandista de la manera de hacer campaña del | |
PRO. Esta tarde, en una reunión con 250 candidatos y jefes de campaña de las secciones electorales | |
bonaerenses Primera (conurbano norte), Tercera (conurbano sur) y Octava (La Plata y alrededores), | |
Jorge arengó e insistió con que cada distrito tenga mística política pero también disciplina: en el | |
discurso, en la absorción de voluntarios, en la coordinación con otros equipos y en la programación | |
de actividades. Sobre todo fue un defensor de la tecnología y de la plataforma de movilización como | |
una herramienta poderosa para hacer campaña (“Más que ningún otro, ustedes tienen la posibilidad | |
de meter un voluntario por cuadra”) pero también para la que en el Gran Buenos Aires puede ser una | |
parte importante de la batalla: la fiscalización. Ante un auditorio de experiencia variable, algunos | |
con años de liturgia PRO encima, otros recién llegados, Macri machacó varias veces para que estos | |
tipos que lo escuchaban se dejaran convencer sobre los beneficios de la tecnología y la disciplina. | |
“Como dice Durán Barba, la campaña se gana o se pierde por pequeños detalles”, dijo en un | |
momento. | |
Pasamos la tarde, lluviosa desde el principio al final, en un club del bajo de Vicente López, a | |
media cuadra de las enormes torres residenciales que brotaron sobre el río en el último lustro. La | |
idea de Marcos era darles a los candidatos y sus asesores una capacitación rápida sobre las | |
herramientas a su disposición, desde aspectos más estratégicos, como el discurso (ahí nos paramos | |
Fede Suárez, Pablo Avelluto, Juli Herrero y yo, que vamos a estar disponibles para lo que necesiten), | |
a otros asuntos más concretos, como el diseño de boletas y afiches de campaña. Marcos dio un | |
panorama electoral/político sobre el lugar donde estamos parados y clarificó o afinó algo que me | |
había quedado haciendo ruido en la reunión de ayer: más que “Mauricio vs Cristina”, la polarización | |
que deberíamos intentar es “Mauricio vs. la continuidad de Cristina”. La diferencia puede parecer | |
sutil, pero sus implicancias no lo son: si polarizáramos con Cristina, estaríamos atacando a una mujer | |
percibida como en su camino de salida, que sigue siendo viuda y tiene una imagen razonable; | |
polarizando con su continuidad, enfocamos mejor sobre ese 60% de personas que quiere una derrota | |
del kirchnerismo. | |
Marcos también trata de levantar un poco el ánimo electoral de la tropa, que llega castigada | |
después de una semana en la que no oyeron otra cosa que la fórmula Scioli-Zannini es la unión de lo | |
mejor de ambos mundos peronistas y de una fortaleza imparable. “No compartimos ese análisis”, | |
dice Marcos. “La demanda de cambio es la que te ordena. El error más fuerte de ellos es la | |
kirchnerizacion del sciolismo”. Sí admite que el conurbano, donde opera buena parte de quienes lo | |
están escuchando, es el bastión más importante del kirchnerismo en términos de dos cosas: 1) | |
organización política y 2) triunfo cultural de la resignación, del “esto es lo mejor que podemos tener” | |
y del “Macri te va a sacar lo poco que tenés”. Están dando vueltas muchas encuestas truchas, dice | |
Marcos, según las cuales Scioli ya ganó. “Eso es bueno. Lo podemos usar a nuestro favor”. Alguien | |
desde el fondo levanta una mano y pregunta cómo están nuestras encuestas. Marcos responde lo que | |
venimos diciendo últimamente: Macri y Scioli empatados en 33%, con un sesgo para Scioli en los | |
sectores más pobres y un sesgo para Macri entre los jóvenes. Vuelve a mencionar el mapa de tres | |
tercios: hay un tercio que ya nos acompaña, del que nos nutrimos mucho, que quiere el cambio y | |
quiere que ese cambio sea Mauricio Macri; hay otro tercio que no vamos a convencer y en el que no | |
deberíamos gastar energía en tratar de convencer; y un tercio que tiene buena imagen de Mauricio | |
pero duda, “porque nos ve lejanos”, y sobre el cual tenemos que concentrar todos nuestros esfuerzos. | |
“No somos una fuerza política tradicional, para lo bueno y lo malo. No van a encontrar en nosotros | |
una guía de respuestas ni van a tener miedo de ser llamados como castigo a un error. Sí van a | |
encontrar en nosotros orientación y apoyo. Trabajemos en escuchar a los vecinos, en establecer una | |
conexión emocional con ellos y en transmitir la convicción de que podemos vivir mejor. No venimos | |
con un libreto ideológico sino a mejorar la vida de la gente. La pregunta final que se hace la gente es: | |
¿Macri me viene a dar? ¿O me viene a quitar?” | |
Después de Marcos, empiezan a subir al escenario los coordinadores de algunos de los equipos de | |
comunicación. Primero Mora Jozami, coordinadora de los equipos de encuestas y opinión pública, | |
explica los mapas distritales que recibieron los candidatos y que están pintados con siete colores | |
diferentes, representativos de siete clases sociales distintas. Jorge Aguado, que trabajo en el | |
ministerio de Educación porteño y se sumó a la campaña para trabajar en las plataformas de | |
participación, presenta la aplicación para web y smartphones que usarán los fiscales. “Así vamos a | |
poder ser el David que le gane a Goliat”, dice, usando la misma metáfora de ayer. El objetivo es | |
llegar a tener fiscales —reclutados, asignados y capacitados— en todas las mesas de la provincia el | |
9 de agosto, el día de las PASO, y aprender todo lo posible sobre el funcionamiento de la tecnología | |
y del capital humano para el día en el que la fiscalización será fundamental de verdad, el 25 de | |
octubre. Aguado dice que ya tenemos el 60% de los fiscales necesarios en la primera sección, y la | |
mitad de eso en la Tercera. Jorge Macri toma el micrófono: “Si hubiéramos hecho todo esto, | |
probablemente hoy seríamos gobierno en Santa Fe”. | |
El resto del encuentro mantiene el tono operativo. Algunos, especialmente los que ya conocemos | |
estas cosas, vamos para el fondo a servirnos café y comer unas medialunas que están buenísimas. | |
Afuera sigue lloviendo y ya es casi de noche, pero la atención de la multitud se mantiene en los | |
expositores. Marcos recomienda Facebook con intensidad: “Si tienen plata para publicidad, | |
Facebook ofrece, por lejos, el mejor costo por contacto”. Les pide que generen generen menos | |
contenido sobre ellos mismos que sobre lo que pasa en sus comunidades y la gente que conocen: “La | |
gente no quiere autobombo”. Además, hay otra cosa: en los distritos de ustedes, dice Jorge, el | |
aparato kirchnerista va a tapar su presencia en la calle, sus pintadas, sus posteos (carteles en los | |
postes de luz, no en Facebook) y afiches en vía pública. El aparato del PJ bonaerense no llega a | |
Facebook, es la mejor manera de evitarlo. | |
Cierran, brevemente, dos discursos: uno de María Eugenia, que está en un momento extraordinario | |
de confianza, empatía y oratoria; y de Fernando Niembro, a quien nunca había visto hablar en vivo y | |
que cita una fallida reunión que tuvimos en el verano con Fede Suárez y Juli Herrero y en la que | |
terminamos a los cascotazos retóricos. Igual Niembro me sorprende: tiene energía, es un evangelista | |
de la cercanía y tiene sentido del humor. “Yo me creía Superman, porque transmito partidos con | |
muchísimo rating. Más de uno de ustedes me habrá insultado, estoy seguro”, dice en un momento, y el | |
público se ríe. Lo que quiere decir Niembro es que él también, como Jorge Macri, es un converso. | |
MARTES 30 | |
Mientras esperábamos que empezara otro evento como el del sábado en Vicente López, pero con | |
candidatos de las secciones del interior de la provincia, Marcos se acercó ayer a donde estábamos | |
con Pablo Avelluto y Ale Rozitchner y nos pidió que subiéramos al tercer piso del edificio de Parque | |
Patricios a conversar con Jaime y Santiago Nieto, que llevaban un par de horas aceptando ideas | |
sobre cómo agregarle contenido a la demanda de cambio y cómo afinar el discurso en este nuevo | |
escenario polarizado. Encontramos a Jaime y Santiago en una oficina con vista al sur —Amancio | |
Alcorta, el Riachuelo y más allá— y peloteamos ideas, tratando de buscar exactamente qué creíamos | |
que nos estaba faltando y qué podíamos agregar. | |
La atmósfera en el edificio seguía parecida a la de la semana pasada: una mezcla de euforia por el | |
inicio de la campaña definitiva hacia las PASO, sabiendo que somos una de las dos fuerzas | |
principales; y un dejo de desorientación por vernos en el centro de la escena y no saber si tenemos | |
que seguir haciendo lo mismo que estábamos haciendo o si, ahora que el partido parece otro —en | |
una cancha más grande, con todo el mundo mirando, en partidos por los puntos—, tenemos que dejar | |
de hacer lo que estábamos haciendo y empezar a hacer otra cosa. Por ejemplo: ¿qué queremos decir | |
verdaderamente sobre el kirchnerismo? ¿Queremos todavía seducir a algunos de sus votantes blandos | |
o, dada la polarización, preferimos elegir el contraste y decirle a la sociedad: no somos como ellos? | |
La conversación se extendió. Nos trajeron cafés. Santiago prendió su cigarrillo electrónico. | |
No tengo muchas notas sobre la conversación, pero sí me acuerdo de Jaime, ante una pregunta de | |
Pablo, admitiendo que la gente está más enojada con el estilo de Cristina que con sus medidas de | |
gobierno. “Seguimos creyendo que no hay que confrontar, pero sí agudizar el contraste”, explicó. | |
Saboreábamos las cosas que nos decíamos y nos contestábamos y sentíamos que nos acercábamos a | |
algo, pero sin alcanzarlo del todo. Charlamos un rato de política económica, de la cual Jaime admite | |
ser un completo ignorante. Sólo sabe una cosa, mejor dicho: del ajuste no se vuelve. “Tengo tres | |
amigos que llegaron al gobierno e hicieron ajustes [Gonzalo Sánchez de Losada, Fabián Alarcón y | |
Jamil Mahuad]. Los tres están o estuvieron presos o prófugos”, dijo, agarrándose un dedo a medida | |
que decía cada nombre. “Mauricio es como el cura que no puede sonreírle a un niño, porque la gente | |
va a pensar que es un pedófilo. Mauricio no puede sonreírle al ajuste, porque van a pensar que es un | |
ajustador”. | |
En la reunión siguiente, con Marcos y todo su equipo, el clima era parecido, con el agregado de | |
quienes, como Iván Pavlovsky y Andrés Gómez, llegaron contando que sus amigos en la trinchera | |
contraria les habían contado que Scioli estaba preparando una campaña de miedo —la palabra que | |
usaron fue “pánico”— contra nosotros y Mauricio: que nos preparemos para ver en televisión y en | |
todos lados acusaciones de noventismo, de colaboración con la dictadura, de pegarles a los niños y a | |
nuestras mascotas. Marcos se encogió de hombros, como diciendo “no podemos hacer nada por | |
evitarlo”, pero al mismo tiempo nos pidió que transmitiéramos convicción, no tanto en que | |
fanfarroneemos que vamos a ganar sino de que estamos en esto hasta al final y vamos a pelear hasta | |
el último minuto. Hace unos meses ya habíamos dicho, en una reunión parecida a esta, que ganar va a | |
ser complicado, va a ser un milagro, y que no nos la van a dejar fácil: si llegamos a la Casa Rosada, | |
va a ser con el auto medio quemado, el parabrisas roto, las ruedas pinchadas, el motor fundido. | |
Llegaremos, si llegamos, con el último aliento. Y quizás el reconocimiento raro de estos días es que | |
la pelea finalmente se está poniendo fea, y quizás alguno de nosotros tenía la esperanza de que eso | |
pudiera pasar más adelante, posiblemente después de las PASO. | |
¿Cómo hablar de los temas que queremos hablar sin hacer las mismas promesas tontas que hacen | |
los políticos tradicionales, que no saben si las van a poder cumplir pero las repiten igual a pesar de | |
que nadie les cree? Una solución puede ser mostrar empatía, sintonizarnos con problemas como la | |
inseguridad o la falta de cloacas. A Marcos le gustó una entrevista que hizo Fernando Niembro la | |
semana pasada con Nelson Castro, en la que hizo precisamente eso: hablar de la inseguridad sin | |
discursos altisonantes ni declaraciones estridentes pero sí mostrando una conexión con las víctimas y | |
con el dolor que provoca no tener agua potable o cloacas o acceso a la educación. Esto puede | |
permitirnos, si nos sale bien, no hablar sólo de Aerolíneas Argentinas y los temas que el resto del | |
ambiente político-periodístico quiere en estos días que hablemos. Quieren que nos situemos | |
claramente de un lado o de otro de una línea imaginaria que divide al kirchnerismo de los que apoyan | |
“el otro modelo de país”, pero nosotros ni siquiera creemos que hay una línea ni dos modelos de | |
país. Al menos no existen en las mentes de la gente que tiene que votarnos. Eso es lo más importante. |
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...: return re.sub(r'(\S)(\.|\d)\s?\n([A-Z])', r'\1\2</p>\n\n<p>\3', txt.replace('\n\n', '\n'), re.MULTILINE) | |
In [95]: open('test.txt', 'w').write(parra2(open('source.txt').read())) |
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